Redacción: Laura
A pesar del ambiente polÃtico cargado por su conflicto con Ucrania y las tensiones con naciones occidentales, Rusia busca marcar su huella en la historia espacial con la misión 'Luna-25'. Este viernes, el paÃs lanzará la sonda robótica con la ambición de ser la primera nación en aterrizar exitosamente en el desafiante polo sur de la Luna, territorio aún virgen en cuanto a exploración espacial.
El polo sur lunar, que se caracteriza por su superficie plagada de cráteres, es especialmente complicado para el aterrizaje. Sin embargo, se cree que podrÃa albergar valiosas reservas de hielo en áreas eternamente sumidas en sombras, debido a la orientación de la Luna respecto al sol.
Evocando a las hazañas de las sondas soviéticas de las décadas de 1960 y 1970, Rusia bautizó esta misión 'Luna-25', en lÃnea con la saga anterior que logró importantes hitos lunares antes que Estados Unidos. Aunque Estados Unidos ya llevó astronautas a la Luna hace medio siglo, Rusia espera ser la primera en acceder y tocar el agua en la inexplorada región polar.
Lev Zeleny, director cientÃfico del Instituto de Investigación Espacial de Rusia, expresó su confianza en la misión, respaldada por la experiencia soviética y una preparación meticulosa. Las estimaciones actuales otorgan a la misión un 80% de probabilidad de éxito.
El lanzamiento de la 'Luna-25' se llevará a cabo desde el cosmódromo de Vostochny, ubicado en el noreste de Rusia. A diferencia de lanzamientos anteriores desde Kazajistán, Rusia ha decidido mantener toda la operación dentro de sus fronteras, además de buscar una trayectoria de vuelo más directa y segura.
La planificación de esta misión ha enfrentado numerosos obstáculos, desde problemas técnicos hasta tensiones geopolÃticas. Originalmente, se esperaba colaboración de la Agencia Espacial Europea, la cual se canceló debido a las tensiones con Ucrania. Esto ha llevado a Rusia a embarcarse en esta aventura lunar en solitario.
El lugar de aterrizaje ha sido elegido con precisión, basándose en datos de la sonda orbital estadounidense LRO. Las esperanzas están puestas en el cráter Bogulawsky, donde se sospecha que podrÃa haber abundante agua, esencial para futuras misiones tripuladas y la posibilidad de establecer bases humanas en la Luna.
La sonda 'Luna-25' enfrentará desafÃos formidables para lograr un aterrizaje exitoso. Con las duras condiciones en el satélite, la nave dependerá de sus cohetes para frenar y garantizar un aterrizaje seguro, evitando terrenos accidentados que podrÃan comprometer la misión.
Con ocho instrumentos cientÃficos a bordo, la 'Luna-25' buscará hielo y otros elementos valiosos. Si tiene éxito, esta misión no solo aportará conocimiento sobre los recursos lunares, sino que también podrÃa ofrecer pistas sobre el misterioso origen del agua en la Luna y, posiblemente, sobre el origen de la vida en la Tierra.
Este ambicioso proyecto es solo el comienzo de las futuras misiones lunares de Rusia, que después de más de cuatro décadas, reafirma su interés en explorar nuestro satélite natural. Si todo procede según lo planificado, 'Luna-25' no solo será un hito para Rusia, sino un logro histórico en la exploración espacial.