Durante y después de la Segunda Guerra Mundial surgió un gran tráfico de obras de arte relacionadas con el expolio nazi.
Sabemos que, durante la invasión de Hitler, sus aliados comandados por Hitler se dedicaron a robar y saquear obras de los judíos y otras comunidades perseguidas.
Cuando empiezan a llegar los aliados (aunque casi siempre se habla de británicos y estadounidenses fueron catorce naciones las que participaron en la operación de liberación de la dictadura nazi)
Y a medida que avanzaban y liberaban territorios ocupados por los alemanes empezaron a darse cuenta de la gran cantidad de obras de arte escondida en diferentes lugares.
Ya con de la derrota de Hitler y el colapso del Tercer Reich, se produce un gran interés por obtener pertenencias y objetos relacionados con Hitler
El reloj de Hitler se vendió en una subasta en Estados Unidos por un millón de dólares.
El vestido de Eva Braun (esposa de Hitler)
Así empieza a activarse fuertemente el mercado del arte, y tanto soviéticos, como exnazis empiezan a vender obras y objetos en Europa y más allá.
Las obras de arte robadas se intercambiaban y vendían.
Por esto mucha obra valiosa llego a museos europeos y a particulares, además de la enorme cantidad de obra que ellos se adjudicaron y que escondieron.
Donde surgieron grandes testimonios fueron en los juicios de Nuremberg, que empezaron en 1945, en donde se llevó a algunos lideres nazis ante la justicia quedando expuesto aún más los brutales crímenes cometidos por figuras claves como Hermann Gôring, Rudolf Hess, Adolf Eichman entre muchos otros
Hasta la fecha gracias a que los alemanes tenían todos los archivos y documentos muy bien organizados las organizaciones que se dedican a investigar el origen de sus dueños o países de procedencia han podido regresar obras y muchos objetos valiosos a quienes realmente les pertenecieron
Obras recuperadas “La dama del armiño” de Leonardo Da Vinci, “La ronda nocturna” de Rembrandt, “El astrónomo” de Vermeer, “Madona de brujas” escultura de Miguel Ángel.