Por Ricardo Burgos Orozco
Hace algunos años tenía como vecino en la entonces Delegación Benito Juárez a Armando Quintero, un político a quien siempre he considerado serio, profesional, experimentado y conocedor. Un día de pronto lo vi como candidato del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la jefatura delegacional de Iztacalco; me lo encontré y le pregunté la razón por la cual no se había postulado por nuestra demarcación y me contestó que ahí iba a lanzarse Lenia Batres y no quiso competir con ella porque podría enemistarse con Martí Batres.
El año próximo, además de la presidencia de la república, van a estar en juego nueve gubernaturas: Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco, Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán y en la capital del país, en particular, las 16 alcaldías.
Con la irrupción de Xóchitl, ya prácticamente ungida como candidata a la presidencia de la república, la oposición ha tomado una fuerza relevante que no sabemos si le alcance para ganar algo, pero seguramente los candidatos del Frente Amplio por México van a dar mucha batalla. Cuando menos están teniendo más espacios en los medios cuando hace poco más de dos meses los considerábamos casi muertos y Andrés Manuel López Obrador y sus “corcholatas” navegaban en un mar de la tranquilidad absoluta.
La oposición pinta que podría ganar el gobierno de la Ciudad de México si colocan a un candidato fuerte. El actual alcalde de Benito Juárez, Santiago Taboada, del Partido Acción Nacional y Sandra Cuevas, de la coalición opositora, se perfilan como fuertes aspirantes.
En las alcaldías, hace tres años, la oposición ganó: Azcapotzalco, Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Magdalena Contreras, Tlalpan, Coyoacán, y Cuajimalpa. Pero en 2024 no sabemos qué pueda pasar con la ola que ha generado el arrastre de Xóchitl Gálvez.
Por ejemplo, ya no se puede reelegir Armando Quintero en Iztacalco y ahí podría competir un candidato que es muy bien visto en la comunidad, que pertenece al Frente Amplio por México: Carlos Estrada Meraz, que fue jefe delegacional de 2015 a 2018; dejó una muy buena impresión en la ciudadanía de la demarcación, nunca lo han acusado de nada y entregó la estafeta sin ningún problema.
Carlos Estrada sigue viviendo de manera sencilla en su alcaldía. Todavía le falta un largo proceso para ser electo. La decisión del Frente Amplio por México se dará el año próximo, tal vez en febrero, pero este hombre de experiencia y larga trayectoria política puede ser un buen prospecto que apuntale triunfos para la oposición en 2024.
Si la guerra que se va a librar en la presidencia y en los nueve estados en disputa en 2024, va a ser dura, complicada y de nervios, en las 16 alcaldías va a ser igual o peor. Morena y sus satélites querrán reivindicarse de las derrotas del 2021 y la oposición tendrá que elegir candidatos sólidos en busca de ganar. En ese contexto, Carlos Estrada Meraz puede ser una carta fuerte para Iztacalco.