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"Yo sí te creo”


Hace unos días, en una exposición pictórica me sacudió muy fuerte una obra que se exhibía y que tenía pintadas dos mujeres abrazándose, con una leyenda: “Yo sí te creo”.


Mi interpretación fue que se refería a las mujeres violentadas, a quienes en ocasiones ni su mamá les cree.


Esta aberrante situación ha existido desde el inicio de la humanidad, pero ahora, gracias a la inmediatez de la información, se ha propiciado que actos como el acoso sean denunciados en redes sociales y salgan a la luz.


Ahora las mujeres salen más cada día, vencen los miedos sociales, denuncian y tienen voz.

El hecho de intentar mantener a la mujer metida en casa ha sido una forma de ocultarla, porque lo que no se ve no existe.


Ciertos sectores de la sociedad a los que no les interesa la igualdad ni los derechos de las mujeres, han intentado demeritarlo.


Por eso han dejado que las marchas y protestas sean una cosa de mujeres y para mujeres y tratan de restarles importancia.


Gracias al impulso y a la fuerza de mujeres valientes y comprometidas que han alzado la voz y apuntado a un solo objetivo: el respeto, el derecho y la igualdad para las mujeres, es que ya no somos invisibles.


En el mundo hay muchas mujeres dignas de reconocer por su gran trabajo desde diferentes frentes.


Entre mis personajes mexicanas preferidas están Sor Juana Inés de la Cruz, Hermila Galindo y muchas otras más,pero la fuerza de sus obras -unida a su historia de vida- hace que la escogida para este artículo sea Artemisa Gentileschi.



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