A partir de la información del origen de la COVID-19, que relacionó al virus con el consumo de murciélagos, son satanizados debido principalmente al desconocimiento de la población sobre ellos.
Casi todas las especies de murciélago se alimentan de insectos y pocos lo hacen de sangre de animales, y ayudan a polinizar más de 300 especies de frutos.
Investigadores de diversas universidades trabajan para generar una mayor conciencia en torno a esta especie y evitar mayores daños.
Leopoldo Islas Flores, investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, desarrolló el proyecto Habitat Nocturno, que da albergue seguro en parques ecológicos de la entidad a los quirópteros, que aportan servicios ambientales al ser dispersores de semillas, controladores de plagas y regeneradores de ecosistemas.
El catedrático mencionó que se trabaja en coordinación con la Comisión Estatal de Parques Naturales y de la Fauna (Cepanaf), en refugios de murciélagos construidos con madera reciclada, que colocan en lugares a gran altura y a una temperatura adecuada.
Los albergues están instalados en los parques Ecológico Zacango; Estatal, Ecológico, Recreativo y Turístico, en Tenancingo; el Estatal Sierra Morelos, en Toluca; el Natural Sierra de Nanchititla, en Luvianos, y El salto de Chihuahua, en Ixtapan del Oro.
Existen mil 400 especies de murciélagos y México tiene 138, de los cuales 48 se encuentran en el Estado de México.
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