Redacción David Enciso ANCOP
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La tremofobia es el nombre que recibe el miedo a los sismos, y se caracteriza por presentar estados de ansiedad y un temor persistente, excesivo e irracional a los movimientos telúricos.
Especialistas mencionan que desde la psicología el temor persistente e irracional a los movimientos telúricos se conoce como tremofobia y que, al menos en la Ciudad de México, sus habitantes están condicionados a padecerlo en mayor o menor medida.
Esto se puede presentar como una especie de estrés postraumático, ya que tan solo pensar en que cualquier momento puede volver a ocurrir un terremoto genera en el cerebro humano un innegable sentimiento de angustia que más adelante puede convertirse en un trastorno.
Existen varios tipos de respuesta luego de un sismo: estrés, estrés agudo, postraumático y postraumático agudo. El primero se supera casi inmediatamente; en el segundo la atención disminuye, la conciencia se obnubila, se presentan amnesia momentánea, desorientación, temblores, agresividad e inquietud, y puede mantenerse por unas horas o hasta cuatro semanas.
Siempre hay que estar alerta, nunca se sabe cuándo puede presentarse un fenómeno natural como lo es un temblor. Hay que seguir las indicaciones de las autoridades y en la medida de lo posible mantener la calma.