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Gustavo Lomelín C.
México ganó la inversión extranjera directa más importante de los últimos años. Al final, el presidente Andrés Manuel López Obrador tuvo la visión y Tesla se instalará en Nuevo León y otras partes del país, gracias a los buenos oficios y negociaciones del Canciller Marcelo Ebrard.
El lunes 27 de febrero hablaron López Obrador y Elon Musk, dueño de Tesla, y alcanzaron un buen arreglo: ganar ganar. El martes, el presidente lo anunció en su “mañanera” y el 1 de marzo en su “Investor Day” en Texas, el empresario más rico del mundo lo hizo oficial.
De entrada, Tesla invertirá 5 mil millones de dólares para generar más de un millón de vehículos anuales y cerca de 35 mil empleos. La inversión se duplicará con el paso del tiempo y lo más importante es que será la puerta de entrada para miles de empresas interesadas en invertir en nuestro país por las grandes ventajas comparativas que le da el mercado del “nearshoring”. México podría iniciar una fase de crecimiento, desarrollo y bienestar nunca antes vista, con el potencial de pasar de la 15ava a la novena economía del mundo.
Según estimaciones de Santander, con la inversión de Tesla México podría elevar de 14 a 20 por ciento las importaciones de Estados Unidos para 2030 e incluso la relocalización de inversiones podría llevar a nuestra nación a mayores tasas de crecimiento económico en los próximos años.
La estrategia de Tesla con su Gigafactory en México (la planta más grande del mundo en fabricación de autos eléctricos) será trabajar con proveedores ubicados más cerca de sus plantas para disminuir costos de transporte y tiempos de producción, lo cual beneficiará a más de 127 fábricas y manufactureras en nuestro país.
A mediano plazo, Tesla realizará un ecosistema de inversión pues ampliará sus instalaciones de Nuevo León a Sonora, Hidalgo y el istmo de Tehuantepec y el Canal Transístmico, pues buscan también plantas para sus baterías eléctricas y para su industria aeronáutica. Significa un importante avance hacia las tecnologías limpias.
Tesla representará la inversión privada más importante del gobierno de López Obrador. Es un triunfo para México y para el Canciller Marcelo Ebrard y su equipo (encabezado por la subsecretaria Martha Delgado) quienes llevaban 14 meses negociando con el magnate sudafricano y sus directivos, entre los que destacan Rohan Patel y Eugenio Grandio.
México se encamina ya a las grandes ligas del crecimiento, el desarrollo y el bienestar.