Redacción: Joel Charles
En México, la escasez de donadores de órganos y las largas listas de espera han llevado a una situación crítica para quienes necesitan un trasplante hepático. Con el objetivo de encontrar soluciones a esta problemática, especialistas de TecSalud han llevado a cabo exitosos trasplantes de hígado de donadores vivos, buscando impulsar este procedimiento como una alternativa efectiva.
El trasplante hepático es una intervención crucial para salvar la vida de personas con enfermedades y padecimientos del hígado, una de las principales causas de muerte en México. Sin embargo, la cantidad de donadores cadavéricos es insuficiente, dejando a cientos de pacientes en espera y sin la oportunidad de recibir un órgano a tiempo.
Según el Registro Nacional de Trasplantes, al comienzo de este año había 239 personas en México esperando recibir un hígado, lo que ha llevado a la necesidad de explorar nuevas alternativas. El trasplante hepático de donador vivo se presenta como una esperanza para aquellos en la lista de espera, ya que la compatibilidad entre el donador y el receptor puede ser mejor gestionada en términos de anatomía, como peso, estatura y complexión.
El procedimiento realizado por TecSalud implica extraer la mitad del hígado del donador y llevarlo a una sala de quirófano donde se encuentra el receptor, quien ya ha tenido su hígado enfermo retirado y está preparado para el trasplante. Durante la operación, los especialistas se aseguran de que el procedimiento se realice de manera correcta y que la sangre fluya adecuadamente al nuevo órgano trasplantado. Además, el equipo médico se encarga de reconstruir la mitad del hígado del donador vivo de manera óptima para que pueda regenerarse.
A diferencia de un trasplante hepático de un donador cadavérico, el trasplante de donador vivo presenta una mayor complejidad. Gerardo Carmona, líder de trasplante pediátrico en TecSalud, destaca que una de las diferencias radica en el tiempo reducido para realizar ambos procedimientos y en la necesidad de mantener a dos pacientes estables simultáneamente. Mientras que un trasplante tradicional requiere de un hígado completo, el cual suele provenir de otro centro médico, el trasplante de donador vivo implica únicamente el proceso de banco y la implantación del órgano.
Además de los desafíos médicos y quirúrgicos que conlleva este procedimiento, también se deben abordar los aspectos psicológicos tanto del donador como del receptor y sus familias. Todas las partes involucradas deben comprender los riesgos asociados con la cirugía y los cambios en el estilo de vida que se requieren después de la operación.
Los trasplantes de hígado de donador vivo realizados representan un avance significativo en la búsqueda de soluciones para la escasez de donadores de órganos en México.
Esta alternativa brinda esperanza a aquellos pacientes que, de otra manera, podrían perder la oportunidad de recibir un trasplante vital. Con el continuo desarrollo y éxito de este procedimiento, se espera que se impulse su adopción en el país, ofreciendo una nueva esperanza a aquellos que luchan contra enfermedades hepáticas.
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