top of page

Tapados y corcholatas, la misma gata, pero más acelerada

Por Ricardo Burgos Orozco



Recuerdo en 1981, previo al “destape” del candidato priista a la presidencia de la república, los aspirantes y sus seguidores estaban muy inquietos, aprovechaban cualquier evento público para hacerse notar y no faltaban, como ahora, los gritos de “presidente, presidente, presidente”. Un amigo reportero, en un acto con el entonces primer mandatario José López Portillo y su gabinete, me comentaba suspicaz la forma de sentarse de Miguel de la Madrid Hurtado, entonces todavía secretario de Programación y Presupuesto: “mira, ya se siente en el poder”. Y así por los estilos con otros como Pedro Ojeda Paullada, titular de Trabajo y Previsión Social y hasta con Rosa Luz Alegría, de Turismo.


En aquel tiempo había muchas especulaciones de quién podría ser el ungido, como decía mi amigo Fidel Samaniego. A final de cuentas el 25 de septiembre de 1981 el Partido Revolucionario Institucional “destapó” a Miguel de la Madrid con un simple boletín de prensa, primicia que ganó Vicente López Segura, reportero de Radio Mil, mientras otros estábamos haciendo guardia en la Confederación de Trabajadores de México a la espera de lo que dijera Fidel Velázquez.


Han pasado más de 40 años. Ya no se habla ahora de “tapado”; lo moderno es señalar a los aspirantes como “corcholatas” porque el presidente Andrés Manuel López Obrador así lo comentó en una de sus conferencias tempraneras diarias, basado en una anécdota de cuando era secretario de Hacienda José López Portillo, en una visita de Raúl Castro que le dice “el destapador” a Leandro Rovirosa Wade, en aquel entonces secretario de Recursos Hidráulicos y él a su vez revira que López Portillo es su corcholata favorita. Meses después se convertiría en candidato y luego presidente para el periodo 1976 – 1982.


López Obrador desde entonces menciona como “corcholatas” a sus tres favoritos para la sucesión: Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López. Se agregan también Ricardo Monreal y Gerardo Fernández Noroña. Los aspirantes se sienten satisfechos si los nombra de esa manera el presidente. En tono de broma, López Obrador también menciona incluso a personajes de la oposición como “corcholatas”.


El primer mandatario ha dicho que se acabó la cultura del “tapado”, que el destapador de la corcholata elegida no va a ser él sino el pueblo. El dirigente de su partido, Movimiento de Regeneración Nacional, Mario Delgado ha dicho que habrá cinco encuestas para designar a su candidato, aunque la mayor parte estamos seguros que López Obrador va a ser quien designe al sucesor o sucesora.


Con el “tapado” de los años pasados no se anticipaban tanto los tiempos como ahora. Las “corcholatas” morenistas están destapadas literalmente desde el año pasado y usando recursos públicos para promocionarse. Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard y Adán Augusto López ya organizaron sus estructuras políticas y trabajan en sus respectivas campañas cada uno a su estilo. Los tres están muy acelerados ¿Qué va a pasar cuándo dos de ellos queden descartados? ¿Se quedarán tranquilos y apoyarán al ganador? Ya falta menos para saberlo.

0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo
bottom of page