Cada mañana, el café se ha convertido en una de las bebidas favoritas para “aguantar” y despertar durante la jornada laboral de más de ocho horas, a pesar de distintos sabores y precios, siempre conserva un aroma rico, por lo que su consumo es frecuente en cualquier lugar.
El director del Centro de Investigación y Educación sobre el café de la Universidad AyM en Texas, Eric Brenner, señala que hay personas que gustan por la bebida, pero desconocen los efectos que produce. Por otro lado, los expertos de la salud advierten que una taza de 230 mililitros contiene entre 80 y 100 miligramos de cafeína, provocando situaciones de nerviosismo, ansiedad y problemas para conciliar el sueño.
La sustancia que se produce para generar el descafeinado, aumenta el riesgo de padecer cáncer, entre ellos; hígado y pulmón, ya que se exponen los granos a sustancia químicas de menara directa. El problema son para las personas que están en contacto a niveles más altos de sustancias químicas como el cloruro de metileno, que es usado para remover pintura o desengrasar metales.
La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos declaró en abril del 2024, la prohibición de la mayoría de los usos del cloruro de metileno. El producto químico puede seguir utilizándose para descafeinar el café, pero no debe de contener más de un 0.001 por ciento del producto químico.
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