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SINFÓNICAS Y LA COVID-19

Por Carol Perelman

@carol_perelman

Hablemos de orquestas sinfónicas y la COVID-19, donde instrumentos de viento podrían ser fuentes de contagio durante un concierto. Varios estudios han arrojado distintos enfoques interesantes de explorar para su regreso a los escenarios.


Inicio Sinfonía:

Según la generación de sonido los instrumentos se dividen en:

- aerófonos (aire): 🎷

- idiófonos (material): 🔔

- membranófonos(membrana): 🥁

- cordófonos(cuerda): 🎻

- electrófonos (electrónico): 🎸


Debido a que el virus se propaga principalmente por aire, nos enfocaremos en AERÓFONOS.

Los instrumentos de viento: las maderas y los metales son “aerolizadores” de partículas, por lo que sabiendo que las personas -en este caso, los músicos- podrían tener el virus y ser asintomáticos o presintomáticos, los estudios evaluaron el riesgo de contagio dentro de las orquestas.

Los instrumentos de viento que habitualmente integran una Orquesta Sinfónica moderna son:


MADERAS: flauta, oboe, clarinete y fagot.

METALES: trompeta, trombón, corno y tuba.

Un estudio publicado en enero analizó los instrumentos de viento con @mn_orchestra y encontró que, según la cantidad de aerosoles que expulsan, su riesgo es:

🟢 Bajo: tuba.

🟡 Medio: fagot, flauta, clarinete y corno.

🔴 Alto: trompeta, trombón y oboe.




Investigadores de la Universidad de Utah comenzaron a simular la dispersión que tendrían los aerosoles de la @UtahSymphony para entender cómo la posición de los instrumentos con riesgo alto 🔴 (que van al centro), pondría en riesgo al resto de la orquesta y hasta a los técnicos y al público.

El acomodo tradicional de las Orquestas modernas coloca a las cuerdas (violines, violas, cellos y violoncellos) en la parte de enfrente, cerca del director, y a las percusiones (timbales, campana, tambor, maraca, arpa y piano) hasta atrás, dejando a los de viento en el centro.

Este acomodo obedece a preferencias acústicas surgidas hace 100 años, en el Siglo 20, con Stokowski.


Las orquestas del Siglo 18 tenían a los primeros y segundos violines en lados opuestos para promover una conversación, y apenas en el Siglo 19 integraron al director.


Los investigadores de @UofUNews propusieron en @ScienceAdvances enviar a los instrumentos más aerolizadores a la parte de atrás, cerca de las ventilas y puertas, hacia afuera del escenario, para evitar la concentración de virus expedida por ellos.


En marzo de 2020, el evento superpropagador del coro en Washington, donde una persona positiva contagió a otras 53 de los 61 miembros, dio los primeros indicios de la propagación aérea del virus, justificando el cierre del sector artístico y, por lo tanto, de los conciertos.


La reapertura de estos espacios, en este caso para las orquestas, deben enfocarse no sólo en la seguridad de los espectadores, sino también en el equipo técnico y los artistas. El estudio encontró la forma de reducir en 100 veces la propagación del virus y de contagios, al cambiar el acomodo y la forma de sentarse.



A través de simulaciones computacionales de dinámica de fluidos modelaron el flujo de aire emitido por estos instrumentos y encontraron que su mejor posición es en la periferia, pero poner percusiones al centro para que los de viento estén afuera podría cambiar la acústica, así como las tradiciones, usos y costumbres arraigadas entre los músicos.


Sin embargo, es la consideración de la @UtahSymphony para reinventarse y tocar en época pandémica:

Otro estudio, con músicos de @mn_orchestra, encontró que colocar tela acústica al final delos instrumentos de viento no modifica la calidad del sonido y baja la emisión de partículas en 60 por ciento.


Lo que todos queremos es disfrutar nuevamente de la música... y hacerlo de la forma más segura.

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