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SEP pretende abandonar educación moderna a favor de planes ideologizados

Intelectuales, académicos, universitarios y estudiosos del tema educativo expresaron su preocupación por las consecuencias negativas que acarreará la propuesta de nuevos Planes y Programas de Estudio (PPE) de la SEP para educación básica, misma en la que ven planteamientos ideologizados y sin diagnóstico serio de por medio.



A través de un desplegado enviado a Crónica, los intelectuales y académicos expresan que la SEP intenta "un reordenamiento completo de la actividad educativa que se hace sin un diagnóstico claro de los problemas relevantes y sus causas profundas. Se quiere pasar de la educación moderna actual, que a decir de la Secretaría de Educación Pública en el pasado ha servido "exclusivamente a las élites empresariales y élites políticas dominantes", por lo que propone "una educación que sirva, dirigida a los grupos sociales oprimidos y que tenga como centro organizador, no al alumno, sino a la comunidad".


El desplegado señala que la audacia con la que pretende proceder la SEP tiene el potencial riesgo de atropellar principios constitucionales, de dejar atrás todo intento por lograr educación de calidad y, en su persecución de un idealizado concepto de "comunidad" a la que hay que servir, de atomizar el modelo educativo nacional hasta el punto en el que pierda toda solidez.


Los firmantes se declaran preocupados por el estado actual y futuro de la educación, "que es la fuerza social que puede abrir un horizonte de esperanza para que los mexicanos construyamos unidos, civilizadamente, una sociedad democrática, con estado de derecho, con justicia social, con paz, y con un medio ambiente protegido".


Los nuevos Programas de Estudio propuestos por la SEP, señalan los firmantes, implicarían la desaparición de las asignaturas; que el maestro no evalue a los alumnos con exámenes ni les ponga calificaciones, sino que los alumnos se califiquen a ellos mismos.


"Desaparecerán los grados y la escuela se organizará por fases; los maestros no están obligados a seguir estrictamente los planes de estudio oficiales, podrán libremente transformarlos para ajustarlos al contexto", se añade.


En el mismo tenor, acusan que el proceso educativo de enseñanza y aprendizaje tendrá como escenario principal no la escuela sino la “comunidad” y que el conocimiento científico perderá su posición privilegiada en el currículum, de modo que aprender matemáticas o ciencias tendrá igual valor que aprender las creencias, las tradiciones, los rituales y las fiestas de la comunidad. La educación emergerá, argumenta la SEP, del encuentro entre una esfera pública (la escuela) y otra privada (la comunidad).


Los docentes indican que con base en esta propuesta educativa de la SEP no existe antecedentes históricos ni en México ni en el extranjero de una educación comunitaria cómo la que se propone. Se asume una idea mítica de la comunidad que responde a una fantasía comunitaria más que a la realidad mexicana.


Los estudiosos de la educación preocupados con esta propuesta educativa refieren que muchos docentes ignoran los contenidos e implicaciones de esta nueva reforma, sin embargo, muchos de ellos experimentan un sentimiento de angustia por las nuevas cargas de trabajo que este cambio inevitablemente, traerá consigo.


Los inconformes destacaron finalmente que este proyecto no respeta sino atropella principios constitucionales básicos como el laicismo, la rectoría estatal de la educación, el carácter y el criterio nacional de la educación, la unidad de la nación, la disposición de promover el desarrollo continuo del proceso enseñanza y aprendizaje, el fomento del amor a la patria, el criterio que establece que la educación se base en los avances del desarrollo científico y luche contra la ignorancia y sus efectos, las servidumbres, los fanatismos y los prejuicios.

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