En un sorprendente giro de los descubrimientos astronómicos, científicos han revelado el verdadero color de los planetas Urano y Neptuno, mostrando una realidad muy diferente a la que conocíamos. Este avance ha sido posible gracias a una colaboración entre la Universidad de Oxford y los potentes telescopios espaciales Hubble de la NASA, junto con el Explorador Espectroscópico MultiUnidad del Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral.
Durante años, las imágenes de Urano y Neptuno presentadas al público mostraban a estos planetas en tonos verdes y azules intensos, respectivamente. Estas imágenes, obtenidas en gran medida gracias a la misión espacial Voyager 2 de la NASA, fueron retocadas para resaltar detalles atmosféricos y facilitar su estudio. Sin embargo, esta práctica llevó a una percepción errónea sobre los colores reales de estos gigantes gaseosos.
La reciente investigación, liderada por un equipo de astrónomos británicos, ha confirmado que ambos planetas comparten un color azul verdoso en sus atmósferas. Neptuno, aunque ligeramente más azul debido a una fina capa de neblina, y Urano, que puede variar su tonalidad dependiendo de la época del año, presentan colores muy similares entre sí.
Esta variación en Urano se debe a su inclinación axial extrema, que provoca cambios estacionales significativos. Durante el verano e invierno, uno de sus polos se orienta hacia el Sol, intensificando el tono verdoso. En primavera y otoño, el Sol incide directamente sobre el ecuador, equilibrando el color.
La Royal Astronomical Society ha explicado que los colores alterados en las imágenes nunca fueron un secreto, ya que originalmente se acompañaban de notas aclaratorias. Sin embargo, con el tiempo, estas distinciones se perdieron, llevando a una concepción equivocada sobre la apariencia real de estos planetas.
Este descubrimiento no solo corrige nuestra percepción visual de Urano y Neptuno, sino que también abre nuevas posibilidades para entender mejor sus atmósferas y características físicas. La tecnología avanzada y los métodos de observación refinados continúan transformando nuestro conocimiento del cosmos, revelando la verdadera naturaleza de los mundos que nos rodean.
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