Por Fernando Castro Borges
El pasado fin de semana hubo un movimiento entre los vecinos de la comunidad de Bacalar: decidieron que la magia de tan bello lugar del Caribe mexicano se vistiera de letras, poesía y sensibilidad.
Era tiempo de homenajear al director de la Casa Internacional del Escritor, el profesor Ramón Iván Suarez Caamal, un hombre de letras que ha trascendido, al ser autor del Himno de Quintana Roo, y de los de varios municipios.
Por eso y como un acto de reconocimiento de su valor y genialidad, los habitantes de esta ciudad que colinda con la laguna de los siete colores decidió vestirse con la magia poética de uno de los vecinos más queridos y reconocidos en el sur de Quintana Roo.
El sindicato de taxistas, que da servicio por todo el municipio, decidió exhibir orgullosamente en sus unidades algunas de las frases del querido maestro. Así, en los vehículos de servicio se pudo leer: “Llueve afuera, no estoy solo, con oírla me basta”; “Si digo flor, se marchita el poema. Mejor me callo”; “Siempre lo supe: en una hoja cabe todo el otoño”; entre otras oraciones que sido parte de sus poemas.
Los habitantes quisieron participar y ser parte del legado del maestro Suárez Caamal, por lo cual decidieron pintar fragmentos de su obra poética en algunas fachadas.
Las casas poseen un encanto a los ojos de los transeúntes, al leer en ellas: “La luna es sabia, pues permite que brille lo más oscuro”, por ejemplo.
El laureado profesor Ramón Iván Suárez, acompañado de Jaqueline Estrada Peña, directora del Instituto de la Cultura y las Artes de Quintana Roo, develó un busto, con el cual se reconoce la huella literaria dejada en varias generaciones, además del aporte en el acervo cultural de Quintana Roo.
Nacido en Campeche y avecindado desde hace años en Quintana Roo, Suárez Caamal ha dedicado su tiempo en desarrollar una extensa obra literaria, en la cual destacan: “Había otra vez y Costal de Versos y Cuentos. (Literatura mexicana para niños)”; Zoo y otras ficciones mínimas; Pavesas; Memorial de sueños, y Sumario de ficciones, entre otras decenas de libros más.
Escritor reconocido en el mundo de las letras, ha obtenido más de 30 premios en concursos nacionales de poesía, entre los que sobresalen el Nacional de Poesía Jaime Sabines (1991); los XII Juegos Florales de San Juan del Río, Querétaro (1992); los XXII Juegos Florales Nacionales de Celaya, Guanajuato (1992); el Hispanoamericano de Poesía para Niños convocado en 2010 por la Fundación para las Letras Mexicanas y el Fondo de Cultura Económica; el Internacional de Poesía para Niños, en la ciudad de Orihuela, España (2011); el Nacional de Libro Ilustrado para Niños, convocado por el Instituto Literario de Veracruz (2013); además de conseguir el galardón del Certamen Internacional de Poesía para Niños “Luna de Aire”, convocado por la Universidad de la Mancha, en España (2014), entre otros.
Por eso Bacalar es mágico, con sus maravillosos cenotes, su espectacular laguna de los siete colores, la historia de cada una de sus comunidades, su gastronomía caribeña y, sobre todo, su gente, cálida y sensible, que sabe honrar a un hombre que, a través de las letras, creó un mundo donde los taxis, los niños, las calles y las casas dan la bienvenida con poesía.