Quintana Roo
Redactor: Daniel Lee
En un esfuerzo por preservar y proteger el valioso patrimonio natural de México, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) emitió 13 nuevos decretos para la creación de Áreas Naturales Protegidas (ANPs) en seis estados del país.
Con la inclusión de estas nuevas áreas, el número total de ANPs en el país alcanza la cifra de 200, subrayando la importancia de la conservación ambiental en la agenda nacional.
En particular, el estado de Quintana Roo ha sido enriquecido con la designación de cuatro nuevas Áreas Naturales Protegidas, contribuyendo significativamente a la preservación de su biodiversidad única y a la salvaguardia de sus ecosistemas frágiles. Estas áreas son: Playa Delfines, Jacinto Pat, San Buenaventura y Cenote Aerolito.
La suma de estas designaciones abarca un total de 17,918 hectáreas de terreno, las cuales han sido categorizadas en seis Parques Nacionales y siete Áreas de Protección de Flora y Fauna. Este esfuerzo multidimensional busca asegurar la conservación y manejo adecuado de estos espacios naturales, asegurando un equilibrio entre el desarrollo humano y la conservación ambiental.
La distribución geográfica de estas nuevas ANPs no se limita exclusivamente a Quintana Roo. En otros estados del país, se han establecido también áreas protegidas para salvaguardar y restaurar diversos ecosistemas únicos y en peligro.
Entre ellas se incluyen el Parque Nacional San Quintín en Baja California (85 ha), el Parque Nacional Nopoló (2,076 ha) y el Parque Nacional Loreto II (6,217 ha) en Baja California Sur, y el Área de Protección de Flora y Fauna Juan M. Banderas (2,489 ha) en Sinaloa, entre otras.
En un comunicado de la Semarnat destaca que la reintroducción de la categoría de Parque Nacional, no utilizada desde el 27 de noviembre de 2017 con el Parque Nacional Revillagigedo en el Océano Pacífico, enriquece el repertorio de áreas protegidas en México y fortalece la estrategia de conservación ambiental.
Es importante resaltar que estos decretos no solo tienen un impacto en la preservación de la biodiversidad y el equilibrio ecológico, sino que también desempeñan un papel crucial en la protección de comunidades locales ante inundaciones, tormentas y huracanes, además de asegurar el suministro de aire limpio y agua para las generaciones futuras.
El cuidado y resguardo de especies emblemáticas y en peligro de extinción, como el puma, el ocelote, el cocodrilo de pantano, el loro yucateco, la cotorra serrana y el mono araña, forman parte integral de estas medidas de conservación.
Asimismo, se destaca el papel fundamental que desempeñan estos territorios en la regulación de recursos hídricos vitales y en la preservación de los bosques y selvas, esenciales para el bienestar de los habitantes del país.
En definitiva, la emisión de estos decretos refleja el compromiso del gobierno y la sociedad mexicana en la protección y cuidado del patrimonio natural del país, asegurando un futuro sostenible y saludable para las generaciones venideras.
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