El ser humano puede ser igual de traidor, odioso y miserable que hace 2.000 años
Santiago Posteguillo
Con la siempre grata oportunidad de recibir actualizaciones de Zenda.com www.zendalibros.com, la Cultura Impar se encontró con un texto de Fernando Goitia –periodista y escritor nacido en Bilbao- uno de los mejores entrevistadores del momento, que en realidad charló sobre una novela que refiere a hechos de hace dos mil años, y nos hace topar con la realidad que el mundo actual enfrenta.
Entrevistó a un escritor que rompe marcas por sus novelas sobre la Roma antigua: Santiago Posteguillo, autor de novelas históricas reconocido en el mundo de la literatura moderna. Profesor titular en la Universidad Jaume I de Castellón, donde imparte clases de literatura inglesa, especialmente de la narrativa del siglo XIX.
Con más de cuatro millones de lectores sobre la Roma imperial, Posteguillo lleva ocho novelas best seller. Su más reciente libro se mete de lleno en la vida del siempre histórico Julio César.
Como periodista, Goitia con sus intensas letras, nos mete en la charla con el autor de Roma soy yo (Ediciones B), “la primera de lo que serán, anuncia el ganador del Planeta 2018, «no menos de seis novelas». Posteguillo me recibe en su refugio serrano de la Comunidad Valenciana, donde escribe rodeado de libros, mapas, esquemas con personajes y hechos históricos y algún que otro guiño arquitectónico y decorativo, donde charlamos sobre Roma y sus conexiones con el presente y de unas cuantas cosas más”.
Como esta columna es una invitación a que lean completa la entrevista de Goitia a Posteguillo, sólo marcará algunas ideas que nos ubican en el momento actual que los europeos viven en torno de la guerra que Rusia hace sobre Ucrania.
Fernando Goitia (FG): “Hablando de Sila, quizá el dictador más cruel de la república romana, al leer su novela en estos días, he apreciado muchos paralelismos entre él y Putin…”
Posteguillo (P): —Totalmente. Es que Putin es un Sila con todas las de la ley. De haber vivido hoy envenenaría a sus enemigos con polonio 210. Si es que en esto de la guerra y la lucha por el poder ya está todo inventado, todo se repite desde tiempos inmemoriales.
FG — ¿Por eso incluye en la novela frases como esta de Cicerón: «La guerra debe emprenderse de tal manera que parezca que solo se busca la paz»?
P —Sí, sí, que es lo que nos intenta vender Putin. Lo que pasa es que él ha utilizado un casus belli absurdo: llamar nazi a un presidente de origen judío y alegar genocidio… ¿Pero qué genocidio? No lo entiende nadie. Él utiliza esa manipulación para consumo interno, pero muchos en el exterior también se la compran”…
En la parte media de la charla, Cultura Impar retoma al autor en su crítica a los gobernantes actuales; lapidario y casi sin importar de qué país hablen:
P —Hablamos ahora mucho de independencia judicial. Pues contar que Sila dictó una ley por la cual solo los senadores podían juzgar a senadores puede ser una adecuada advertencia para el presente. Imagínate que el presidente del gobierno decidiera que a los diputados solo los pueden juzgar diputados. Algún amigo me ha dicho: «Santiago, no des ideas». Pero es tan imposible que nuestros legisladores —o la mayoría— se lean esta novela que no me preocupa. Nunca se van a enterar. Y si alguno la lee dirá: «Coño, pero si en Roma ya tenían esto arreglado» (se ríe).
FG —Hombre, de 349 diputados alguno leerá, ¿no?
P —Pues a juzgar por el modo en que actúan no se nota, porque si leyeran igual hubieran visto que lo que está pasando era previsible.
Y México con 500 diputados, y un ¿Poder? judicial… Ni qué decir de este lado del Atlántico…
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