Gustavo Lomelín C.
La reciente Cumbre de Líderes de América del Norte (entre México, Estados Unidos y Canadá), fue un éxito para nuestro país y se ha traducido ya en una mayor fortaleza del peso mexicano y mejores expectativas para la población.
Entre los principales logros de la pasada Cumbre trilateral destacan los siguientes:
1.- Se acelerará el crecimiento económico en América del Norte. Para ello, se creó un equipo de 12 personas (4 por cada país), con el objetivo de que 25 por ciento de las importaciones de Asia se produzca en Norteamérica, lo cual se traducirá en crecientes inversiones, mayores empleos y mejores salarios.
2.- Fortalecer la movilidad laboral entre las tres naciones con programas como el de Trabajadores Agrícolas Temporales. Por primera vez se incluye en los acuerdos el concepto de movilidad laboral, que dará empleos temporales a un importante sector de la población nacional.
3.- Se buscará facilitar el trámite de ciudadanía estadounidense a los mexicanos residentes en ese país. Se beneficiará a miles de connacionales que viven sobre todo en EU.
4.- Energías limpias: México es uno de los países que más ha reducido sus emisiones contaminantes. Para fortalecer este acuerdo, se implementará el Plan Sonora, donde México colaborará con EU y Canadá, con miras a avanzar en electromovilidad, semiconductores y vehículos eléctricos.
5.- Control de precursores químicos que va de la mano con la preocupación de México por el tráfico de armas. Se acordó controlar el tráfico de un país que permite la adquisición de armas a otro que no la permite.
Adicionalmente, se lograron acuerdos de carácter sanitario y sobre el respeto a pueblos originarios, para apoyar a la población indígena de nuestra sociedad.
Vale la pena comentar que el plan para sustituir el 25 por ciento las importaciones de Asia en Norteamérica y consumir lo que se produce en el continente, permitiría a México aumentar en alrededor de 2 puntos el crecimiento económico, lo cual se traducirá en miles de empleos y mejores salarios para la población mexicana.
Este optimista panorama aunado a la firme disciplina fiscal, genera condiciones de confianza que se traducen en mayor fortaleza del peso y mejores posibilidades de bienestar para los mexicanos.
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