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Pandemia y estrés, generan adicciones

Actualizado: 9 ene 2021


Diversos estudios publicados por todo el mundo, señalan que el estrés generado en las personas durante la pandemia, ya provoca ciertas adicciones que llaman la atención de los investigadores.


Investigaciones de imágenes cerebrales de personas que padecen algún trastorno de adicción, muestran cambios físicos en las zonas del cerebro esenciales para el buen juicio, la toma de decisiones, el aprendizaje, la memoria y el control del comportamiento.


Un documento del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas, en Estados Unidos, (NIDA, por sus siglas en inglés) menciona que estos cambios explican el carácter compulsivo en las adicciones.


Los investigadores determinaron una disminución en la corteza frontal del cerebro -que es el centro de la personalidad- la parte ejecutiva que regula la planificación de objetivos, el pensamiento abstracto, el razonamiento, así como la capacidad para pensar críticamente y ejercer la moderación.


Concluyen que afortunadamente solo una minoría de personas con conductas adictivas, se vuelven adictas, lo que quiere decir que los parámetros familiares y culturales, favorecen el autocontrol, especialmente en el contexto del estrés, estrategias para fomentar las recompensas naturales y saludables como el contacto social o el ejercicio moderado, capaces de competir ventajosamente con las conductas adictivas, incluso aislados en nuestras comunidades.


En México, aunque la Comisión Nacional contra las Adicciones se centra sólo en atender los problemas derivados del consumo de tabaco, alcohol y otras drogas, sí realizan trabajos en torno de la investigación, la formación, el desarrollo de recursos humanos, para la prevención y tratamiento de las adicciones, aunque aún no da su punto de vista sobre los problemas que tienen que ver con el estrés y las adicciones que va generando.


Sin embargo, el IMSS maneja información respecto de la dependencia psicológica, y define que el cerebro, al desarrollar conductas adictivas, las primeras veces experimenta un estado de satisfacción que desea repetir. Entonces, si el individuo no está consumiendo, le demanda aquello que genera su adicción. La mente va a implicarse incitándole, buscando excusas, autoengaños y manipulaciones para que experimente ese deseo y consiga realizarlo. Será un malestar intenso (síndrome de abstinencia), con modificación del comportamiento, hasta obtener lo que la cabeza quiere.


De igual manera, un artículo publicado en El País Semanal, recomienda inhibir los comportamientos adictivos como videojuegos, alcohol, compras desaforadas o la comida reconfortante y obvio, las drogas.


Es aprender o trabajar en serio por limitar el acceso a lo que desencadena nuestro desenfreno en cuestiones identificadas, evitará que se transformen en comportamientos sin control.


La dependencia física en sí misma no constituye adicción, pero a menudo la acompaña. Es momento de poner atención en casa, para ver si nosotros o alguien de nuestra familia, presenta síntomas de alguna adicción para encontrar, a tiempo, la solución correcta.


En términos rápidos, debemos evitar aquello que rompe entre lo permitido y lo prohibido. Y cada uno sabemos perfectamente de que se trata.

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