Por Juan Carlos Valencia Vargas
Esta semana fue particularmente difícil decidir el tema sobre el cual versaría esta columna, porque hay muchos temas qué comentar, mucha actividad en los ámbitos mundial, nacional y local que tienen que ver con la gestión del agua.
La Organización de las Naciones Unidas, por ejemplo, presentó el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), la primera entrega del Sexto Informe de Evaluación, que se completará en 2022.
Los científicos están observando cambios en el clima de la Tierra en todas las regiones y en el sistema climático en su conjunto. Muchos de los cambios observados en el clima no tienen precedentes no en miles, sino en cientos de miles de años, y algunos de los cambios que ya se están produciendo, como la mayor frecuencia e intensidad de huracanes y sequías, o el aumento continuo del nivel del mar, no se podrán revertir hasta dentro de varios siglos o milenios.
Ya no hay más tiempo. Hay que actuar ya. Según el informe, una reducción sustancial y sostenida de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de otros gases de efecto invernadero permitiría contener el cambio climático. Pero aunque las mejoras en la calidad del aire serían rápidas, podrían pasar entre 20 y 30 años hasta que las temperaturas mundiales se estabilizaran, según el informe del Grupo de Trabajo I del IPCC, Cambio Climático 2021: Bases físicas, aprobado el viernes por los 195 gobiernos miembros del IPCC, en una reunión celebrada en formato virtual a lo largo de dos semanas y que empezó el 26 de julio.
En el ámbito nacional, se publicó el “ACUERDO de Carácter General de inicio de emergencia por ocurrencia de sequía severa, extrema o excepcional en cuencas para el año 2021”.
Con base en los resultados de los análisis y dictámenes realizados por la Comisión Nacional del Agua, a través del Monitor de Sequía de México, que forma parte del North American Drought Monitor, se emitió este Acuerdo, en virtud de que a la fecha se ha determinado, en diversas cuencas del país, la condición de sequía en sus modalidades de severa, extrema o excepcional. Para mayor precisión geográfica de ubicación se ha delimitado por municipio en el reporte correspondiente y se puede consultar en la página web de la Conagua.
Conforme a los resultados de los análisis y dictámenes realizados por el Monitor de Sequía de México, y a fin de garantizar el abasto de agua para uso doméstico y público urbano, la Conagua podrá ejecutar las medidas transitorias concertadas con los representantes de los usuarios en los Consejos de Cuenca que presenten condiciones de sequía severa, extrema o excepcional, contenidas en los Programas de Medidas Preventivas y de Mitigación, formulados respectivamente por los Consejos de Cuenca.
Entre las medidas transitorias concertadas se prevé, por ejemplo, la limitación temporal a los derechos de agua existentes, a través de la reducción provisional de volúmenes a los usuarios de las cuencas que se encuentren en condición de sequía severa, extrema o excepcional, a fin de abastecer agua para uso doméstico y público urbano a las poblaciones que se encuentren sin este recurso natural por efecto de dicho fenómeno, en términos de lo dispuesto en la Ley de Aguas Nacionales y atendiendo a las condiciones generales establecidas en los títulos de concesión.
Finalmente, en el ámbito mas local, el Congreso de la CDMX aprobó tres iniciativas con proyecto de decreto que prácticamente abrogan la Ley del Derecho al Acceso, Disposición y Saneamiento del Agua de la Ciudad de México, para dar paso a una nueva Ley del Derecho Humano al Agua. En columnas posteriores comentaremos cada uno de estos temas con mayor profundidad. Mucha actividad en el sector agua. #aguaparatodos
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