Redacción: Laura
El universo continúa asombrando a los expertos con sus enigmáticos secretos. En una reciente revelación, un agujero negro, que no se clasifica como supermasivo, ha despertado la curiosidad de los astrónomos tras emitir señales de radio no convencionales y aún no descifradas.
Las estrellas, cuando mueren, tienen varios destinos potenciales, dependiendo de su masa. Algunas se convierten en majestuosas supernovas, mientras que las de gran masa pueden terminar su viaje cósmico transformándose en agujeros negros. Estos últimos han sido durante mucho tiempo objetos de estudio e interés, pero lo que ha salido a la luz recientemente ha añadido una capa adicional de intriga.
Según un estudio recién publicado en la prestigiosa revista Nature, el microcuásar conocido como GRS 1915+105 ha mostrado un comportamiento peculiar. A modo de aclaración, un microcuásar es semejante a una galaxia en miniatura que tiene en su centro un agujero negro que se alimenta insaciablemente de la materia circundante y, en el proceso, emite poderosos chorros de plasma magnetizado.
Los científicos, utilizando el formidable Telescopio esférico de quinientos metros de apertura en China, han capturado por primera vez una 'oscilación cuasi periódica' de radio de este sistema de microcuásar. El líder de esta investigación, Wei Wang, expresó su entusiasmo sobre el hallazgo en un comunicado de la Universidad de Nevada, indicando que la señal, con un período de 0,2 segundos o una frecuencia de 5Hz, es esquiva y sólo se manifiesta en ciertas circunstancias. Además, destacó que tuvieron la fortuna de detectarla en dos ocasiones distintas en 2021 y 2022.
El interés principal recae en la teoría de que estas señales podrían ser el testimonio de un chorro de energía emanado de un agujero negro estelar. Wang sugiere que una desalineación entre el eje rotacional del agujero negro y su disco de acreción, una región de gases extremadamente calientes, podría ser el gatillo de esta emisión única.
El comportamiento de estas emisiones, que viajan a velocidades cercanas a la de la luz, puede explicarse por la noción de que el espacio-tiempo es literalmente arrastrado hacia un agujero negro en constante rotación. A pesar de estas teorías, Wang enfatiza que el misterio sigue siendo profundo y que es esencial continuar con las observaciones.
Mientras el cosmos sigue desvelando sus secretos poco a poco, este agujero negro ha proporcionado un rompecabezas que sin duda mantendrá a la comunidad científica en vilo. La carrera por descifrar este misterio está en marcha, y el espacio sigue demostrando ser un libro de descubrimientos sin fin.
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