El proceso de privatización y/o el despojo de los bienes públicos se reconoce como parte del modelo de la política neoliberal que, entre otros muchos males, comprometió la desnacionalización y la mercantilización de inmensas áreas naturales, asimismo, este sistema y sus estructuras económicas con mecanismos formales y no formales, permitieron el fortalecimiento de pestíferos métodos en beneficios de las élites empresariales para someter por la vía de la coerción y la cooptación a las sociedades. De esta manera, la arraigada corrupción, genera alta degradación social y el afianzamiento del torcido sector privado, mismo que debilita a los ciudadanos al tener bloqueadas las rutas legales e institucionales para la solución de las injusticias e irregularidades; también, resquebrajan las resistencias colectivas de actores como campesinos y pescadores, que se oponen a la depredación de sus bienes comunes y recursos naturales, que son esenciales para su sobrevivencia.
Lo inexplicable del proceder de buena parte de industriales y empresarios, principalmente del sector ganadero, minero y turístico —que a sabiendas de que estos territorios están protegidos por Ley— privatizan ilegítimamente millones de hectáreas que sostienen la biodiversidad de los ecosistemas en playas, bosques, praderas, selvas, ríos, montañas, mares y manglares —en lamentable complicidad con gobernantes— sin reconocer que su intervención representa un acto de discriminación a los ciudadanos y de falta a los derechos humanos, pues asumen como propia una franja que no está en el comercio y cuyo dominio corresponde a cada nación, además de contaminar y aniquilar a miles de especies animales con su pésimo manejo de desperdicios orgánicos e inorgánicos, así como el atroz desplazamiento de un sinnúmero de comunidades y pueblos originarios.
En este sentido, habría que retomar el programa de la UNESCO «El Hombre y la Biosfera» que sienta las bases de las ciencias naturales y sociales para el uso racional y sostenible, asimismo, la conservación de los recursos de la biosfera para mejorar la relación general entre las sociedades y su entorno. Predice las consecuencias de las acciones de hoy para el mundo del mañana y, por lo tanto, aumenta la capacidad humana de gestionar eficazmente los recursos naturales en bienestar de las personas y de la salud del medio ambiente.
Al centrarse en sitios reconocidos internacionalmente dentro de la Red Mundial de Reservas de Biosfera, el programa busca…
1. …identificar y evaluar los cambios en la biosfera que resultan de las actividades humanas y naturales, así como los efectos de esos cambios en los seres humanos y el medio ambiente, en particular en el contexto del cambio climático.
2. …estudiar y comparar las relaciones dinámicas entre los ecosistemas naturales y los procesos socioeconómicos, en particular en el contexto de la pérdida acelerada de la diversidad biológica y cultural con consecuencias no deseadas que afectan a la capacidad de los ecosistemas para seguir prestando servicios esenciales para el bienestar humano.
3. …garantizar el bienestar humano básico y un entorno habitable en el contexto de la rápida urbanización y el consumo de energía como motores del cambio ambiental.
4. …promover el intercambio de conocimientos sobre problemas y soluciones ambientales y fomentar la educación ambiental para el desarrollo sostenible.
Por lo anterior, resulta importarte reflexionar y hacer conciencia sobre la trascendencia de nuestra participación en bien de todo ecosistema, en un sentido amplio, la facultad que tenemos de incidir directa o indirectamente en las decisiones de carácter público nos permiten ejercer la adecuada observación de las políticas, programas, planes o proyectos de interés social, particularmente, de la utilización de los recursos naturales que se asignan. Entonces, para impedir que estos fallos se transformen en simple retórica, debemos ejercer de manera ordenada, sistemática y objetiva procedimientos de investigación en el sector de las biociencias, de sociología y de derechos humanos en apego a los derechos naturales, para una efectiva solución de contrariedades que afectan a todo ser viviente y al planeta.
Es evidente que no corregir los negativos factores que rigen al modelo neoliberal, deteriora
gradualmente las condiciones de vida y seguridad de todo individuo por falta de oportunidades en su desarrollo socioeconómico. Por ello, al priorizar pensamientos en bien común influimos de manara positiva en los demás, logrando fortalecer los principales valores en las sociedades: Respeto, libertad, justicia, tolerancia, equidad, honestidad, paz, responsabilidad, empatía, dignidad, fraternidad…
Por lo tanto, no seamos cómplices de la descomposición al adoptar modelos económicos que amoldan a gobiernos y, por ende, a sus políticas que terminan desequilibrando el proceso de promoción del bienestar de las personas y la distribución interna de sus riquezas naturales, rezagando así indicadores de la prosperidad social e incrementando la pobreza y desigualdad.