Redacción Joel Charles
Este descubrimiento sugiere que los agujeros negros supermasivos dobles podrían ser mucho más comunes de lo que se pensaba, esto abre la posibilidad de que en un futuro esto podría ocurrir cuando nuestra galaxia se fusione con Andrómeda en unos años.
Debido a un choque de galaxias, 2 agujeros negros supermasivos se están alimentando juntos, esto a 500 millones de años luz de la tierra, en la Constelación de Cáncer, es impresionante que estos dos agujeros negros estén a 750 años luz de distancia uno del otro creciendo descontroladamente, mientras sus galaxias se fusionan.
Este descubrimiento fue gracias al radiotelescopio ALMA y al uso de una combinación especial de telescopios terrestres y espaciales, fue así como un equipo internacional de astrónomos pudo descubrir esto por primera vez.
Se logró observar a esta pareja de agujeros negros cercanos y activos. Ambos penetran a través de las grandes nubes de polvo y gas resultante de la fusión galáctica conocida como UGC4211, una barrera que hasta ahora no había permitido identificarlos.
Los resultados de este increíble descubrimiento fueron publicados en la revista The Astrophysical Journal Letters y anunciados en una conferencia de prensa organizada por la American Astronomical Society, lo que permitirá entender de manera más clara lo que sucederá en la Vía Láctea cuando colisione con la galaxia Andrómeda.
“Puede haber muchas parejas de agujeros negros supermasivos en pleno crecimiento en los centros de las galaxias que aún no hemos logrado identificar. De ser así, en un futuro cercano observaremos frecuentes ondas gravitacionales generadas por las fusiones de estos objetos en todo el Universo. Gracias a futuros observatorios espaciales como LISA” comentó Ezequiel Treister, astrónomo de la Universidad Católica y coautor del estudio.
Los observatorios terrestres capturaban imágenes que mostraban la totalidad de la galaxia en coalición, el telescopio Hubble fue quien permitió observar las regiones nucleares en alta resolución.
De igual forma, al observar los rayos X se reveló que existía al menos un núcleo galáctico activo en ese sistema. “ALMA nos mostró la ubicación exacta de estos 2 agujeros negros supermasivos y glotones en pleno crecimiento”, destaca Ezequiel Treister.
Así se logró traspasar hasta las profundidades de los núcleos galácticos activos de la fusión UGC4211, explica Claudio Ricci, astrónomo UDP-CATA que participó de la investigación. “Son áreas de las galaxias difíciles de acceder porque son compactas y sumamente luminosas, generadas por la acreción de materia alrededor de los agujeros negros centrales”.
Franz Bauer, astrónomo UC-CATA que también participó de la investigación, señala que con esta nueva información los astrónomos podrán tener una idea más clara acerca de cómo galaxias similares a la nuestra se han convertido en lo que son ahora y cómo seguirán evolucionando.
“Hasta ahora se habían estudiado principalmente las primeras etapas de fusión de las galaxias, pero las nuevas observaciones corresponden a las últimas etapas de una colisión, un adelanto de lo que ocurrirá cuando la Vía Láctea choque con la vecina galaxia de Andrómeda. En unos 4.500 millones de años”.
Con anterioridad se realizaban simulaciones respecto a este tipo de agujeros negros binarios, pero la mayoría indicaban que debían de ser objetos inactivos o que eran muy poco comunes, pero este nuevo descubrimiento se sabe ahora que las fusiones de galaxias con más comunes en el Universo Distante, por ende, los agujeros negros binarios, también podrían ser mucho más comunes de los que se creía.
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