Redactora: Lourdes Torres Camargo
En días pasados se dio a conocer el fallecimiento de la conductora y actriz mexicana Talina Fernández por leucemia mieloide fulminante, pero ¿en qué consiste esta enfermedad? y ¿cuáles son los tratamientos disponibles?
La leucemia mieloide es una forma de cáncer de la sangre y la médula ósea. Ha sido objeto de intensa investigación, lo que ha llevado al desarrollo de terapias innovadoras que brindan esperanza a los pacientes diagnosticados con esta enfermedad.
Se caracteriza por la producción excesiva de células mieloides inmaduras en la médula ósea. Esta enfermedad puede afectar a personas de todas las edades, aunque es más común en adultos mayores.
Hasta hace poco, el tratamiento estándar implicaba la quimioterapia y, en algunos casos, el trasplante de médula ósea. Sin embargo, estos enfoques no siempre eran efectivos y a menudo estaban asociados con efectos secundarios significativos.
Uno de los avances más prometedores en el tratamiento es la terapia dirigida. Esta forma de tratamiento se basa en la identificación de mutaciones genéticas específicas que impulsan el crecimiento de las células leucémicas. Con este enfoque, los medicamentos se diseñan para atacar directamente estas mutaciones y bloquear su función, lo que impide el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.
En los últimos años, se han desarrollado varios inhibidores de tirosina quinasa, como el imatinib, el dasatinib y el nilotinib, que han demostrado ser altamente efectivos en el tratamiento de ciertos subtipos de Leucemia Mieloide.
Otro avance es la inmunoterapia. Esta estrategia utiliza el sistema inmunológico del propio paciente para combatir el cáncer. En el caso de esta enfermedad se han desarrollado terapias con células CAR-T (células T con receptores de antígeno quimérico) que se modifican genéticamente para reconocer y atacar las células cancerosas.
Estas terapias han demostrado resultados alentadores en ensayos clínicos y ofrecen una nueva opción de tratamiento para los pacientes que no responden a otras terapias convencionales.
Si bien estos avances son alentadores, es importante destacar que aún quedan desafíos por superar en la lucha contra la Leucemia Mieloide. La resistencia a los tratamientos y la recaída siguen siendo problemas importantes, y la investigación continúa en busca de soluciones más efectivas.
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