top of page

La terapia CAR-T emerge como tratamiento de elección en el linfoma de células B grandes

Redacción: Joel Charles

En contraposición a su antiguo papel como opción de rescate, esta terapia avanzada ha demostrado ser más efectiva que los enfoques convencionales.


En un importante avance en el campo de la oncología, un estudio reciente ha demostrado que la terapia CAR-T, anteriormente considerada como una opción de rescate, ahora se establece como el tratamiento de elección en el linfoma de células B grandes. Esta terapia avanzada ha mostrado ser más efectiva que la quimioterapia adicional y el trasplante celular en pacientes que ya han recibido tratamiento inicial.


Las terapias CAR-T, que consisten en modificar genéticamente las células del sistema inmunológico del paciente para atacar las células cancerosas, han evolucionado significativamente en los últimos años. Lo que antes se consideraba una opción de último recurso para tumores malignos de la sangre, ahora se presenta como una alternativa más en el arsenal terapéutico contra el cáncer.


El estudio denominado ZUMA-7, cuya autora principal es Ana Sureda, ha sido publicado en The New England Journal of Medicine y ha presentado sus resultados en una sesión especial del Congreso de la Sociedad Americana de Oncología Médica (ASCO). Según Sureda, aproximadamente el 60% de los pacientes con linfoma difuso de células grandes (LDCGB) se cura con el tratamiento de primera línea, aunque esto depende de los factores de riesgo de cada paciente.


El LDCGB constituye el 35% de los linfomas no Hodgkin y es un subtipo histológico agresivo que requiere un inicio de tratamiento rápido una vez se ha diagnosticado. En este sentido, el estudio ZUMA-7 reveló que el uso de la terapia CAR-T, específicamente el axi-cel (acrónimo de axicabtagene ciloleucel), como tratamiento de segunda línea para pacientes con LDCGB refractario o en recaída temprana, resultó en una supervivencia global significativamente más prolongada en comparación con el tratamiento estándar.


Según los investigadores, los pacientes que no responden al tratamiento de primera línea o experimentan recaída temprana tienen un pronóstico muy pobre a largo plazo. El trasplante autólogo, que es una opción actual, solo logra una tasa de supervivencia del 20% en estos casos. Por lo tanto, la introducción de la terapia axi-cel en este ámbito representa una necesidad médica no cubierta y brinda una esperanza real para estos pacientes.


Los resultados del estudio ZUMA-7 son convincentes y respaldan el uso de axi-cel en pacientes con linfoma de células B grandes que recaigan o no respondan al tratamiento de primera línea, según afirma Westin, uno de los investigadores involucrados.


Este importante avance en el tratamiento del cáncer demuestra que las terapias avanzadas, como la CAR-T, están transformando el panorama médico y ofreciendo nuevas opciones para combatir enfermedades antes consideradas incurables. A medida que se continúan realizando investigaciones y se recopilan más datos, se espera que estas terapias se conviertan en la norma para el tratamiento de diversos tipos de cáncer.

0 comentarios
bottom of page