Los análogos de GLP-1, fármacos usados para tratar la diabetes y bajar de peso, fueron elegidos por la revista Science como el avance científico de 2023.
La publicación destacó que estos medicamentos, que imitan una hormona intestinal llamada péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), están remodelando la medicina, la cultura popular e incluso los mercados bursátiles mundiales de maneras tanto electrizantes como desconcertantes.
Desarrollados originalmente para la diabetes, estos agonistas del receptor GLP-1 inducen una pérdida de peso significativa, con efectos secundarios en su mayoría manejables.
Este año, los ensayos clínicos encontraron que también reducen los síntomas de insuficiencia cardíaca y el riesgo de ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares, la evidencia más convincente hasta el momento de que los medicamentos generan beneficios importantes más allá de la pérdida de peso en sí.
"Al honrar estas terapias, también reconocemos las incertidumbres, e incluso las ansiedades, que trae consigo este cambio radical. También reconocemos que la obesidad conlleva complejidades médicas y sociales, y que muchas personas consideradas con sobrepeso por otras personas están sanas y tienen poco deseo o necesidad apremiante de perder peso", resaltó Science.
La semaglutida (molécula que se comercializa como Wegovy) puede producir una reducción del 15% del peso total, un porcentaje histórico que no se había alcanzado nunca con medicamentos.
Además, un estudio publicitado este año demostró que estos medicamentos reducen el riesgo de infartos e ictus hasta en un 20% en personas con sobrepeso.
La revista destaca estos "dos ensayos clínicos históricos" subrayando que han demostrado beneficios "que van más allá de la pérdida de peso".
Es más, los inesperados efectos secundarios que han tenido los análogos del GLP-1, modificando los comportamientos adictivos de muchos pacientes, han hecho que se abran las puertas a posibles usos futuros. "Actualmente, hay varios ensayos en marcha que investigan su uso en el tratamiento de la drogadicción, el Alzheimer y el Parkinson", plantea la publicación.
"A medida que continúa la historia del GLP-1, una cosa está clara: estas nuevas terapias están remodelando no sólo cómo se trata la obesidad, sino también cómo se entiende: como una enfermedad crónica con raíces biológicas, no como una simple falta de fuerza de voluntad. Y eso puede tener tanto impacto como cualquier fármaco", remarca Science.
Reconocimiento merecido y esperado
El anuncio de Science se produce un día después de que la revista Nature, el otro gran referente en el mundo científico, eligiera a la bioquímica Svetlana Mojsov, figura clave en el descubrimiento de la GLP-1, como uno de los 10 científicos del año.
El papel de Mojsov es doblemente relevante en esta historia. Primero por su aporte científico a estos fármacos, pues identificó y caracterizó la hormona y creó los péptidos en los que se basa toda esta tecnología. Pero su historia es también relevante porque ejemplifica las mecánicas patriarcales del mundo científico. Durante años, las revistas y premios del sector alabaron el trabajo de sus compañeros masculinos, los doctores Daniel Drucker, Joel Habener y Jens Juul Holst, mientras ignoraban sistemáticamente el suyo.
Después de años de lucha, la bioquímica serbia consiguió el reconocimiento que hasta ahora le había sido negado. Revistas como Cell y Nature, que en un primer momento silenciaron sus aportes, han tenido que publicar rectificaciones para poner su nombre a la altura de sus colegas.
El reconocimiento de Science a los análogos de GLP-1 es un hito importante en la lucha contra la obesidad, una enfermedad que afecta a millones de personas en todo el mundo. Estos medicamentos ofrecen una nueva esperanza para las personas que luchan por perder peso y reducir su riesgo de enfermedades crónicas.
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