La Ciudad de México enfrenta una de las peores sequías en 30 años. La NASA advirtió de esta crisis en su informe de 2021, pero el gobierno no hizo caso.
En los datos de la NASA publicados en 2021 se destaca que gran parte del territorio norte del país presenta un Índice de Estrés Evaporativo en niveles negativos; mientras son muy pocos los que tienen registros de entre 1 y 1.5 unidades.
La sequía ha llevado a un desabasto de agua generalizado en la capital. Las presas y los mantos freáticos se han secado, los pozos que extraen agua se ven afectados y el Sistema Cutzamala, encargado de proveer agua a la CDMX y municipios conurbados, ha experimentado una reducción del 60 por ciento en su capacidad de suministro.
La falta de agua tiene un impacto significativo en la vida diaria de los mexicanos. Ante la falta de agua corriente, muchas personas se ven obligadas a comprar agua a las pipas, lo que ha generado un lucrativo negocio. La falta de agua potable también tiene consecuencias en la salud de la población, ya que el acceso limitado a este recurso básico puede aumentar el riesgo de enfermedades transmitidas por el agua.
En los últimos días se han registrado manifestaciones en distintos puntos de la capital para exigir agua. Los vecinos denuncian que las autoridades no han hecho nada para resolver la crisis.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, explica el informe, ha negado el cambio climático y se ha rehusado a cumplir las metas de reducción de emisiones acordadas internacionalmente por México. En lugar de invertir en la provisión de agua potable, se han destinado recursos a proyectos como la construcción de una nueva refinería.
La crisis del agua en la CDMX es un ejemplo de la falta de atención del gobierno al cambio climático. Es una crisis que afecta a todo el país y que se agravará en los próximos años.
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