Redactor Lourdes Torres Camargo
Trabajar en una actividad que no se relaciona con los estudios de educación superior es una realidad cada vez más común en México. Encuestas, estudios y cifras oficiales apuntan a la misma tendencia que la que se reporta en redes sociales: tener un título académico no es garantía en el mercado laboral, señala la investigación de El Economista.
“La primera en la familia en estudiar y tener una carrera… barriendo una oficina y vendiendo comida”; “2012 por fin me titulé, sacaré mi cédula y abriré un restaurante… 2023 desempleado, paseo perros x 50 la hora”.
Éstos son algunos de los cientos de mensajes que se han viralizado en los últimos días en TikTok con la canción Rosa pastel de Belanova de fondo y que reflejan la difícil realidad laboral que viven los jóvenes con estudios universitarios en México.
La última Encuesta Nacional de Egresados (ENE) del Centro de Opinión Pública de la UVM evidencia que 49.7% de los graduados universitarios en el país ingresa al mercado con un empleo que no se vincula por completo con la carrera que cursaron, cifra que implica un crecimiento de nueve puntos porcentuales en dos años. Esta proporción se reduce a 39.7% conforme se avanza en la trayectoria laboral.
“Sentía dolor en los TikTok de gente que se quejaba de una manera muy racional. Hay un tema estructural, el sueño de la educación no funciona como debería”, señaló Luis Ángel Martínez, director de Información, Análisis y Estrategia de Qualia Consultores.
“Y qué, todo acabó, no queda más”, dice una parte de la canción que popularizó Belanova en 2005 y que hoy es usada por jóvenes en las redes sociales para mostrar “el sueño universitario fallido”. El reclamo generalizado se enmarca en una realidad del mercado laboral mexicano que tiene problemas estructurales que limitan el ejercicio de la profesión, coinciden los especialistas consultados.
Entre las economías que integran la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), nuestro país tiene una de las tasas de empleo más bajas entre personas con educación universitaria. En el polo opuesto, México tiene una de las cifras más altas de empleo entre personas con educación primaria.
“En general, los jóvenes que van entrando al mercado laboral cuando se gradúan, tienden a enfrentar peores condiciones laborales que el resto de la población ocupada; ellos tienen una tasa de informalidad más alta”, apuntó Ana Gutiérrez, coordinadora de Comercio Exterior y Mercado Laboral del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la tasa de informalidad entre las personas de 15 y 24 años es de 67 por ciento. La OCDE reconoce que la participación laboral de los graduados en México ha mostrado una mejoría desde el 2010, pero el mundo del trabajo al que se enfrentan los jóvenes universitarios es más complejo.
“Las condiciones de trabajo para esos jóvenes han empeorado. La proporción de ellos que están empleados de manera informal (es decir, sin seguridad social o cobertura de pensión) se elevó de 25.8% en 2010 a 26.2% en 2017. Durante el mismo periodo, la sobrecalificación, es decir, el empleo en ocupaciones que no requiere un nivel de educación superior aumentó de 44.3% a 45.7%”, destaca el organismo en el informe Educación superior en México: Resultados y relevancia para el mercado laboral.
Tras la viralización de la tendencia “Rosa pastel”, Luis Ángel Martínez realizó un análisis del mercado laboral con algunas estadísticas oficiales. El especialista identificó que la generación centennial (menores de 25 años) tiene sólo el 1.3% de todo el ingreso corriente total.
“Esto nos habla de un problema gigantesco y estructural. Cuando las personas terminan la preparatoria, el ingreso se vuelve dispar entre niveles educativos. Las personas de la generación Z con una licenciatura tienen menos ingresos que una persona baby boomer o de la generación X que no terminó la prepa. La generación que nos precede tenía beneficios y derechos sociales que costaron guerras, pero de las personas que nacieron de los años 90 en adelante, pocas tienen una cobertura de seguridad social”, subrayó el economista.
Según la ENE, en campos como las Ciencias Sociales, Administración y Derecho se eleva a 56% la proporción de graduados que asegura tener un trabajo que no se relaciona con sus estudios. A 52% en carreras relacionadas con Ciencias Naturales, Exactas y de Computación, y a un 48% de los egresados de campos como la Ingeniería, Manufactura y Construcción.
Para Ana Gutiérrez, las condiciones del mercado laboral son un factor, entre muchos otros, que pueden explicar la tendencia del “Rosa pastel” en TikTok. “Creo que tiene que ver no sólo con las carreras que se buscan en el mercado laboral, sino las condiciones que se están dando para esos puestos y qué tan adecuadas son e influyen en que los jóvenes tomen empleos informales o que no estén relacionados con sus carreras porque encuentran mejores condiciones. Son varios factores los que se juntan”.
De acuerdo con la encuesta de la UVM, los egresados universitarios experimentan un deterioro en el mercado laboral, con mayores dificultades para incorporarse a un empleo, menores salarios y prestaciones. Como resultado de esto, los niveles de satisfacción laboral también han disminuido, pues una cuarta parte de los graduados no está contenta con su trabajo actual.
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