Redacción Frida
A medida que la inteligencia artificial (IA) como ChatGPT toma protagonismo en nuestra cotidianidad, muchos experimentan una sensación de desconcierto e inquietud frente a estos programas que se expresan de forma casi humana. Esta percepción, que surge especialmente cuando los robots o sistemas de IA se tornan excesivamente similares a nosotros, se conoce como el fenómeno del "valle inquietante".
La película de Gareth Edward, The Creator, se sumerge en este enigma, revelando el lado oscuro de nuestros temores tecnológicos y proponiendo la pregunta: ¿Qué significa ser humano?
El concepto del valle inquietante, introducido por el robotista Masahiro Mori en 1970, describe la curva de empatía hacia los robots a medida que adoptan características humanas. Al principio, somos amigables con ellos (imaginemos a WALL-E). Pero, cuando su apariencia es casi humana, los hallamos desconcertantes. Esta teoría, influenciada por experiencias personales, se ha convertido en un debate abierto entre los especialistas.
Mientras algunos teorizan que esta inquietud podría estar vinculada a nuestras percepciones evolutivas de amenazas o enfermedades, otros piensan que podría ser el resultado de conflictos cognitivos, como tratar a una IA como un humano o temer su parecido "antinatural". Estos sistemas artificiales nos hacen cuestionar nuestras capacidades humanas únicas y la naturaleza misma de la existencia.
Aunque los robots y la IA están diseñados para integrarse en nuestra vida cotidiana, como en el cuidado de los ancianos o la educación, su aceptación dependerá de cómo logren superar esta barrera perceptual. MacDorman, un experto en el tema señala que la respuesta humana hacia estos avances podría estar condicionada por factores generacionales y cómo procesamos las interacciones con sistemas que emulan la humanidad.
Los avances tecnológicos, sin duda, seguirán desafiando nuestra percepción de lo que es "real" o "artificial". Sin embargo, el desafío radica no sólo en cómo diseñamos la tecnología, sino en cómo nos adaptamos a ella.
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