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La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) está evaluando la posibilidad de prohibir el uso del aceite vegetal bromado (BVO) como aditivo en alimentos, especialmente en bebidas, debido a preocupaciones sobre sus posibles riesgos para la salud. California ya ha prohibido el BVO y ha establecido una fecha límite hasta 2027 para que los fabricantes cambien las fórmulas de sus productos para eliminar este aditivo.
El BVO se utiliza en refrescos y bebidas deportivas para mantener el sabor cítrico uniforme en el producto. Aunque algunos fabricantes ya han anunciado que dejarán de usar este aditivo, la FDA está considerando la posibilidad de tomar medidas regulatorias para prohibir su uso en todo el país.
Las preocupaciones sobre el BVO han existido durante décadas, y en la década de 1960, fue eliminado de la lista de sustancias reconocidas como seguras por la FDA, aunque se limitó su uso en bebidas a 15 partes por millón. En 1970, surgieron preocupaciones sobre su efecto en el corazón, pero en ese momento la FDA consideró que estas inquietudes se habían resuelto. Sin embargo, un estudio realizado en 1976 reveló daños en varios órganos de cerdos que consumieron aceites bromados de sésamo y soja.
En los últimos años, se han realizado estudios adicionales sobre el BVO, incluido un estudio de 2022 respaldado por los Institutos Nacionales de Salud (NIH), que encontró daños en la tiroides de ratas expuestas al BVO. Este estudio ha llevado a la FDA a considerar la prohibición del BVO debido a los posibles efectos negativos en la salud.
Es importante destacar que el BVO ya ha sido prohibido en bebidas en Europa y Japón. Algunas organizaciones, como Consumer Reports, el Grupo de Trabajo Ambiental y el Centro para la Ciencia en el Interés Público, han respaldado la decisión de la FDA de considerar la prohibición del BVO y han destacado la importancia de eliminar aditivos potencialmente tóxicos de los alimentos para garantizar la seguridad alimentaria.