A partir del 15 de junio de 2020, el Dr. Humberto Marengo Mogollón, ha sido designado como comisionado de la Sección Mexicana de la Comisión Internacional de Límites y Aguas entre México y Estados Unidos (CILA).
La CILA es un organismo internacional creado en 1889 por Estados Unidos y México. Durante más de 120 años, ambos países han encomendado a la CILA, la vigilancia y aplicación de los Tratados y Convenciones sobre Límites y Aguas, dando solución a las diferencias que puedan surgir como consecuencia de tal aplicación.
La CILA está compuesta por una Sección mexicana y una Sección estadounidense, cada una de las cuales está dirigida por un Comisionado ingeniero designado por el Presidente de su respectivo país.
Humberto Marengo es ingeniero civil, maestro y doctor en ingeniería con especialidad en hidráulica en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde también se desempeña como profesor desde 1985. Laboró 35 años en la Comisión Federal de Electricidad (CFE), donde ocupó cargos de primer nivel en el campo de presas y proyectos hidroeléctricos. Ha recibido diversos reconocimientos como la medalla Gabino Barreda por el mejor promedio obtenido en el doctorado de la UNAM y es Investigador Nacional del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología desde 1998 a la fecha. Fue presidente de la Asociación Mexicana de Hidráulica y de la Academia de Ingeniería, entre otras cosas.
El nombramiento ocurre en un momento complicado, el martes pasado los agricultores protestaron frente a la presidencia municipal de Ojinaga, Chihuahua, en contra de la extracción de agua de la presa El Granero por parte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Un grupo de inconformes incendió vehículos e incluso bloqueó el Puente Internacional entre Presidio, Texas, y Ojinaga, así como instalaciones de la CFE y las vías del tren en Delicias. Algo similar ocurrió en marzo pasado cuando un grupo de agricultores se enfrentó a la Guardia Nacional para tomar el control de la Presa La Boquilla en el estado de Chihuahua, inconformes porque la Conagua había incrementado la extracción de agua de esa presa, en parte para pagar el adeudo de agua que se tiene de acuerdo con el Tratado de 1944.
De acuerdo con el Tratado, en promedio quinquenal, México debe entregarle 432 millones de metros cúbicos de agua al año a Estados Unidos del río Bravo a través de las presas La Amistad en Coahuila y Falcón en Tamaulipas. En contraparte, Estados Unidos debe entregarle 1,850 millones de metros cúbicos anuales de agua a México del río Colorado, de la Presa Imperial en California. Es decir, México recibe más de cuatro veces la cantidad de agua que aporta a Estados Unidos, por lo cual se estima que el balance resulta benéfico para México.
Lo preocupante es que en este quinquenio, que termina en octubre de este año, se adeudan casi 200 millones de metros cúbicos de agua, que sumados a los 432 millones de este año, pone a la zona en un alto estrés hídrico.
La decisión de Conagua de incrementar el volumen de extracción de la presa conocida como El Granero, busca cumplir con la obligación de pago del Tratado Internacional de Aguas de 1944, pero los productores y comunidades locales se sienten afectados. Así ocurre también en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas.
El Gobierno de México debe seguir actuando con estricto apego a criterios técnicos y legales para dar cumplimiento a sus obligaciones en el marco del Tratado de 1944. Pero debe también convencer a los agricultores locales de que no serán seriamente afectados.
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