+ Bellos trazos se observan en sus series de grabados
María Esther Beltrán Martínez
Fotos: J.Carlos Santana
Málaga, España.- La exposición Piranesi. Estampas de un visionario, es un recorrido por el universo de arquitecturas grabadas del artista italiano Giovanni Battista Piranesi (Mogliano Veneto, Italia 1720 - Roma 1778), cuyo trabajo como grabador es importante y reconocido en la historia del arte.
Se presenta en el Museo Carmen Thyssen Málaga, con 14 aguafuertes pertenecientes a cuatro de sus series de grabados más conocidas, como Carceri d’invenzione (de la segunda edición de 1761, publicada por el propio autor en Roma); Vedute di Roma (1748-1778), Le antichità romane (1756) y Descrizione e disegno dell’Emissario del Lago Albano (1762).
Lourdes Moreno, curadora de la muestra, comenta: “Casi al mismo tiempo de la primera edición de estas estampas (c. 1749-1750), Piranesi comenzó su serie Vedute di Roma (1748-1778), compuesta por 135 láminas que realizó a lo largo de treinta años y que conforman un repertorio de vistas de la ciudad, con enfoques espectaculares, donde las calles y monumentos parecen un inmenso y esplendoroso escenario teatral, donde transcurre una vida cotidiana bulliciosa, ajena a la presencia de la grandiosa arquitectura que centra la mirada del grabador.
También concebidas como vistas de Roma, Le antichità romane, editada en 1756, es un compendio de imágenes de las antigüedades monumentales de Roma que Piranesi describe, analiza y disecciona, al tiempo que recrea una ciudad casi ficticia, abarrotada de restos arrumbados, y donde anticipa una poética de las ruinas que fascinará al romanticismo, ya en el siglo XIX.
En esta visión de arqueólogo se inscribe, asimismo, la serie que completa la muestra, Descrizione e disegno dell’Emissario del Lago Albano, fechada en 1762, cuyas láminas dedicó a describir detalladamente esta obra de ingeniería romana del siglo IV a. C., cercana a la residencia papal de Castelgandolfo, al sudeste de Roma, donde su visión poética de las ruinas resulta igualmente muy sugerente”.
La exposición permite conocer a un maestro de la arquitectura, pintor por formación y arqueólogo por afición, además de grabador de profesión.
“Piranesi aunó todas estas facetas en las más de mil estampas que conforman su obra, firmadas con el orgulloso título de «arquitecto veneciano» por quien solamente construyó sobre planchas al aguafuerte.
Su extensa producción revela, sin embargo, su extraordinario conocimiento de las técnicas constructivas antiguas y modernas y su pasión por la arquitectura de Roma, su ciudad de adopción, en la que se instaló a comienzos de la década de 1740 y donde estableció un próspero negocio de edición y venta de estampas, que los viajeros del Grand Tour consumían con deleite como recuerdo de su paso por la Ciudad Eterna”, explica Moreno.
El visitante disfruta cada obra y descubre la habilidad del artista, capaz de extraer de la plancha de cobre los más sutiles matices tonales y describir con sorprendente minuciosidad cada elemento arquitectónico.
Pero, además, las estampas revelan la invención y la imaginación del artista veneciano para construir, en plena libertad creativa, espacios imposibles, entre los que se encuentran sus conocidas cárceles (“Carceri d’invenzione”), unas prisiones inventadas, unas fantasías arquitectónicas en las que un infinito repertorio de elementos constructivos antiguos y modernos parecen ser los verdaderos rehenes de un mundo de dimensiones colosales del que parece imposible escapar.
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