Redactor: Joel Charles
Desde hace décadas, la humanidad ha confiado en el hidrógeno como combustible para impulsar cohetes hacia el espacio. Sin embargo, en tiempos de replanteamiento y búsqueda de alternativas más fiables, seguras y económicas, Japón ha decidido ingresar a la carrera por fabricar un cohete espacial propulsado por metano.
La exploración espacial ha presenciado notables avances en la última década, con SpaceX liderando la revolución de los cohetes reutilizables y apostando por motores de metano como alternativa al hidrógeno en su sistema de lanzamiento Starship.
Pero no es solo SpaceX, China también ha dado pasos agigantados en esta dirección. En julio del año pasado, la empresa aeroespacial LandSpace logró un hito al enviar un cohete Zhuque 2 Y2 equipado con motores TQ-12 que funcionan con metano a la órbita terrestre, posicionando al gigante asiático como un actor líder en esta competencia.
Ahora, Japón se une a la carrera espacial del metano, en colaboración con su agencia de exploración espacial, JAXA, y Mitsubishi Heavy Industries. Este nuevo desafío busca superar los inconvenientes asociados al hidrógeno, como los riesgos de conservación y manipulación a bajas temperaturas criogénicas, así como los costos elevados en su producción y manejo.
La JAXA, a principios del nuevo milenio, sentó las bases para un sistema de propulsión de metano y ha reavivado su interés en desarrollar una alternativa a los motores de hidrógeno. En asociación con Mitsubishi Heavy Industries, están diseñando el motor de un cohete de próxima generación impulsado por metano, con el objetivo de reducir tanto el peso como el costo de la aeronave.
Este desafío es ambicioso y cuenta con una hoja de ruta que establece los objetivos a cumplir. Japón tiene la meta de realizar el primer vuelo de su nuevo cohete de metano para el año 2030. Si el proyecto progresa según lo planeado, los japoneses esperan ofrecer una alternativa al sistema de lanzamiento H-IIA, también desarrollado por Mitsubishi, que ha mantenido un historial operativo exitoso desde su debut en 2001, con 39 misiones consecutivas sin incidentes.
El futuro de la exploración espacial se presenta emocionante, con Japón, China y Estados Unidos compitiendo por desarrollar tecnologías más seguras y eficientes en la carrera por alcanzar las estrellas. El metano se erige como una opción prometedora en esta nueva era de la exploración espacial, y Japón está decidido a jugar un papel destacado en su desarrollo.
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