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Indefinible… 2020


Aunque es posible abrir y cerrar ciclos todos los días y en cada momento, los seres humanos de esta época hemos coincidido que cada 365 días se termina un ciclo y comienza otro. Cada año que termina solemos reflexionar sobre las experiencias vividas e intentamos visualizar el nuevo año como el terreno fértil para alcanzar nuevas metas.


Si te pidieran definir en una sola palabra la vivencia de este 2020 ¿cuál sería?


La vida es, la vida ocurre y nosotros vamos experimentando desde nuestro ser humano el hecho de estar vivos, en el que nos encontramos más o menos capacitados para enfrentar cada uno de los momentos que se van presentando. Este año, quizás como nunca antes, fue como un amplificador que hizo ineludible el darse cuenta de qué estamos hechos, qué tipo de vida llevábamos y qué es lo importante para cada uno. La vida diciendo: “ahora si no puedes escaparte de mirarte a ti mismo y a lo que hay en tu vida”.


Para todos y cada uno ha sido diferente y dependiendo de cómo se conceptualice la vida es lo que ha significado y el cómo se ha ido resolviendo. Se puede creer que la vida es una escuela, pruebas y exámenes, compañeros de grupo, maestros y materias o que es algo a ser conquistado, entonces hay batallas, territorios, héroes y villanos, sangre, dolor, honor. La vida aún puede ser lo que tú quieras que sea, a pesar de sí misma. De este 2020 podríamos decir que fue un año intenso, indefinible, caótico, duro y sin embargo para cada uno significó algo diferente.


¿Qué aprendizaje te dejó este 2020?


Uno aprende si está dispuesto a hacerlo, el aprendizaje no se da por sí sólo, requiere de darnos el tiempo y espacio para la reflexión, la disposición para hacerse las preguntas correctas y adecuadas, y por ello no de todo lo que nos sucede aprendemos, y no todas las personas están aprendiendo constantemente de su vida y de la de los demás. A veces la experiencia sucede y sólo nos alcanza para ir resolviendo el día a día y al final dejarla pasar, y a veces si puede ser material para nuestro crecimiento, pero eso depende de nosotros y de las herramientas con las que contamos.


¿Qué sembró en ti el 2020? ¿Semillas de esperanza o de amargura? ¿Qué de este año te puede impulsar hacia adelante?


Agradecer la experiencia de estar vivos, proponerse estar más presente y más cerca (aunque físicamente no sea posible) en lo que amamos y a quienes amamos y buscar la permanencia de un estado de paz en el corazón a pesar de las tragedias, las malas noticias y los cambios inesperados creo puede ser un buen abono para el año por venir.


Gracias 2020, bienvenido 2021.



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