La homeopatía ha sido objeto de debate e interés durante muchos años como una alternativa a la medicina tradicional. Desarrollada en el siglo XVIII por Samuel Hahnemann, esta práctica se basa en la idea de que una sustancia que causa síntomas en una persona sana puede tratar esos mismos síntomas en dosis mínimas en una persona enferma.
Utilizando ingredientes naturales como plantas, minerales y animales, la homeopatía somete estos elementos a diluciones extremadamente altas y agitación vigorosa para crear lo que se llama "potencias" homeopáticas. Aunque hay un debate sobre cómo estas preparaciones pueden tener un efecto terapéutico debido a la dilución extrema, la homeopatía sigue siendo una opción terapéutica para muchos en todo el mundo.
La diferencia principal entre la homeopatía y la medicina convencional radica en sus principios fundamentales. Mientras que la medicina alopática se enfoca en tratar los síntomas directamente con medicamentos que actúan en sentido opuesto, la homeopatía busca estimular la capacidad natural del cuerpo para curarse a sí mismo utilizando sustancias diluidas que generan síntomas similares a los de la enfermedad tratada.
En México, el Hospital Nacional Homeopático es reconocido por ofrecer no solo atención médica basada en la homeopatía, sino también por su papel como centro de enseñanza e investigación en este campo. La homeopatía también está reconocida y practicada en otros países como India, Europa y América Latina, manteniendo su posición como una opción terapéutica con seguidores y detractores en constante debate.