Redacción Mayte Mendoza Cerón ANCOP
Algunas de las imágenes que fueron obtenidas por el telescopio James Webb revelan que las galaxias remotas similares a la Vía Láctea ya poseían barras en su centro al principio de su evolución.
El telescopio espacial Webb sin duda alguna continúa ofreciendo magníficos resultados, uno de los últimos hace referencia a la evolución de las galaxias como nuestra Vía Láctea, el telescopio está mucho mejor adaptado para este tema de estudio dejando a un lado al telescopio Hubble.
Una ventaja clave del Webb es la gran capacidad que tiene de observar en detalle algunas galaxias más remotas, (por tanto, más jóvenes) del universo, ya que, al observar en infrarrojo, puede acceder a la luz que ha tardado miles de millones de años en viajar hasta el telescopio.
Esta radiación llega con longitud de onda alargada según se ha ido expandiendo el universo, y sin el efecto pantalla que supone el polvo interestelar en la luz visible, pues las ondas infrarrojas atraviesan dicha pantalla sin dificultad.
Por otro lado, el viejo Hubble no es capaz de identificar la estructura de las galaxias remotas. Steven Finkelstein, de la Universidad de Texas en Austin, ha dirigido a un equipo para la exploración (denominada Cosmic Evolution Early Release Science Survey, CEERS) de variedades de galaxias distantes.
En un primer trabajo, los astrónomos se concentraron en las imágenes de galaxias con características similares a las de la Vía Láctea, lo más lejanas posibles. Observando varias de estas galaxias a distintas distancias, se logran obtener imágenes de galaxias similares a la nuestra, pero en diferentes etapas de sus vidas. Cuanto más lejanas las galaxias, más tempranas se observan en su evolución.
Las barras juegan un papel importante en la evolución de las galaxias, pues conducen enormes corrientes de gas hacia regiones centrales, que contribuye a disparar la formación estelar, que se muestra extremadamente activa en esas zonas.
Comentarios