Estado de México. En un contexto de transformación para el sector salud, la llegada de IMSS-Bienestar ha generado una gran expectativa, pero hasta ahora, las mejoras prometidas no se han materializado, y los servicios de salud distan mucho de parecerse a los de Dinamarca.
En las últimas semanas, el sector salud ha estado muy activo promocionando las supuestas bondades de IMSS-Bienestar, sin embargo, la realidad muestra que estas no se ven con claridad. La austeridad parece haber alcanzado a este sector y los tiempos prometidos para alcanzar la calidad de los servicios de salud daneses parecen cada vez más lejanos.
En medio de esta situación, surge la pregunta: ¿dónde está la responsable estatal, Guadalupe Guerrero Avendaño? La recién nombrada coordinadora del Estado de México parece ser una figura desconocida en estas tierras, pues nadie sabe dónde trabaja ni qué está haciendo para mejorar la situación.
Desde su hogar en la Ciudad de México, ¿pretenderá Guerrero Avendaño conocer los más de mil centros de salud bajo su responsabilidad utilizando Google Maps? Parece que la ex directora del Hospital General de México Eduardo Liceaga no comprende que para entender la realidad y las problemáticas de este sector tan sensible en el Estado de México, se necesita más que buenas intenciones. Es imperativo bajarse de los autos de lujo y recorrer a pie los 125 municipios que cuentan con unidades médicas deterioradas, una triste herencia que necesita atención urgente.
La doctora Guadalupe Guerrero podría estar aún afectada por su fallida reelección en el Hospital General de México el pasado febrero, cuando las autoridades encontraron irregularidades en su administración, e incluso, se rumorea la existencia de carpetas penales abiertas en su contra. ¿Será que la coordinación estatal de IMSS-Bienestar en el Estado de México fue un premio de consolación? El problema principal es su desconocimiento del estado.
Guerrero Avendaño no ata ni desata. No se puede ocultar el sol con un dedo, y si realmente tiene el compromiso de mejorar los servicios de salud para que sean mejores que los de Dinamarca, debería empezar por dar la cara. Hasta ahora, nadie la conoce.
Para afrontar las verdaderas necesidades del sector salud y enfrentarse a la grilla de unos cuantos caciques sindicales, es necesario ponerse a trabajar en mejorar las condiciones sanitarias básicas. Se necesita más que un clic, más que una presentación en Zoom, y más que un centenar de videoconferencias dirigidas desde la comodidad de su mansión.
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