Redacción: Daniel Lee
• Cuenta con el Laboratorio Cocina Metabólica, también se abrió un espacio para atención clínico-nutricional
La Facultad de Medicina de la UNAM, por medio de la licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, cuenta con el Laboratorio Cocina Metabólica, espacio académico donde estudiantes de esa carrera ponen en práctica los conocimientos adquiridos en las aulas, lo que les permitirá, al egresar, proporcionar una prescripción dietética adecuada, así como supervisar servicios de alimentos.
Al respecto, la coordinadora de esa licenciatura, Elvira Sandoval Bosch, señaló en entrevista que con las prácticas que realicen en esta nueva infraestructura estarán en posibilidad de desarrollar planes de alimentación y educar sobre el control de las porciones, así como prescribir planes de alimentación especiales para el tratamiento o prevención de enfermedades relacionadas con la alimentación, como obesidad y sobrepeso, malnutrición por deficiencia, estreñimiento, diabetes, gastritis, colitis, esofagitis; también para aquellas personas que se alimentan a través de sonda, por ejemplo.
“Estamos tan acostumbrados a vivir con gastritis, colitis y estreñimiento que no volteamos a ver que la alimentación y nutrición correctas contribuyen al estado de salud y son los mejores aliados para una mejor calidad de vida y disminuir el consumo de medicamentos”, apuntó.
Indicó que en el Laboratorio Cocina Metabólica las y los universitarios prepararán y probarán en sí mismos cualquier tipo de dieto terapia que planteen elaborar, a fin de conocer su efecto en los pacientes. Es decir, “ponerse en sus zapatos” en cuanto a cantidades, colores, sabores, consistencias, etcétera, todas estas características que tomamos en cuenta cuando comemos.
El estudiantado hará una propuesta según la condición de salud de una persona. “No es lo mismo poner en papel una prescripción dietética que traducirla a la preparación de los alimentos, pues en este proceso algunas preparaciones pueden no ser tan sabrosas o la cantidad puede ser muy vasta o, al contrario, muy pequeña”.
Por ello, prepararlos y probarlos “permitirá identificar alguna problemática para que los pacientes puedan seguir con su tratamiento dietético-nutricional de forma adecuada; esa es una de las actividades que los estudiantes realizan durante el semestre”, mencionó la académica universitaria.
Este espacio, además de brindar atención en el rubro de la dietética, también apoyará a otras asignaturas como Química en Alimentos y Microbiología en Alimentos, a fin de que conozcan el procesamiento de estos.
Es decir, su industrialización como: el papel de los aditivos, cuál es la función de algunas estrategias que se utilizan en la transformación industrial de alimentos; además, nuestro estudiantado propone un producto alimenticio que sustituya o resuelva algún problema relacionado con la salud, la alimentación y nutrición”, explicó Sandoval Bosch.
En esa área, las y los alumnos que cursan la asignatura de Química de Alimentos podrán trabajar con creatividad propuestas para mejorar los hábitos alimentarios y elaborar algunos productos que sean más sustentables. Mientras que para la asignatura de Microbiología de Alimentos identificarán el papel de los diferentes microorganismos en la industria alimentaria, como la panificación y la fermentación en la elaboración de diferentes productos y el beneficio que tienen en la salud, precisó.
“Este laboratorio no solo es técnico, también permite a las y los estudiantes hacer propuestas innovadoras, mediante la modificación de recetas, como la de mole tradicional, con el fin de adecuarla y proponer opciones, de acuerdo con las necesidades de cada paciente que por alguna enfermedad evita consumir la receta tradicional”, detalló.
La universitaria expresó: “nuestro Laboratorio Cocina Metabólica es un espacio que permite el aprendizaje situado, significativo y colaborativo; se construyó con los mismos materiales que una cocina industrial, como son mesas de trabajo de acero inoxidable y el uso de las tablas para picar con el código de color para que conozcan cuál debe utilizarse y evitar la contaminación cruzada a la hora de preparar los alimentos”, por mencionar algunos.
De manera adicional al laboratorio se creó un espacio para proporcionar, con la asesoría de los profesores, atención clínico-nutricional a la comunidad universitaria y a la sociedad en general, así como para realizar investigación. El laboratorio, al igual que el área de atención, se ubican en el sótano del edificio A de la Facultad de Medicina, subrayó la académica universitaria.
Adelantó que próximamente se abrirán talleres de alimentación saludable, inocuidad alimentaria, sustentabilidad alimentaria y gastronomía sustentable, dirigidos a la comunidad universitaria, cuyo propósito es que aprendan a comer de manera saludable.
Las fechas de inscripción se harán públicas en la página de la licenciatura https://nutricion.facmed.unam.mx/.
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