La Ciudad de México ha sido testigo de un fenómeno inusual este año, con las jacarandas floreciendo de manera temprana, lo que ha encendido las alarmas sobre los efectos del cambio climático en la región.
Desde finales de enero, múltiples jacarandas en distintas zonas de la capital mexicana han comenzado a florecer, desafiando las expectativas estacionales y provocando preocupación tanto entre los residentes como entre la comunidad científica. Este cambio repentino ha generado interrogantes sobre el impacto del cambio climático en la región, según señalan expertos locales.
Constantino González, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, ha explicado que el florecimiento tradicional de las jacarandas ocurre hacia finales de marzo, coincidiendo con la transición a la primavera. Sin embargo, este año se ha observado un adelanto significativo, con flores emergiendo incluso durante los meses de invierno.
González y su equipo están llevando a cabo investigaciones para establecer una conexión más clara entre el cambio climático y este fenómeno. Aunque se necesita un análisis más exhaustivo, González sugiere que el aumento de las temperaturas, agravado por el fenómeno de la "isla de calor" en entornos urbanos, podría estar desencadenando este cambio en el ciclo natural de las jacarandas.
Esta alteración en el ciclo de las jacarandas no solo preocupa a nivel estético, sino que también tiene implicaciones en la biodiversidad local. Cristina Ayala, bióloga y experta en Ciencias de la Sostenibilidad, advierte que este fenómeno podría afectar a especies como colibríes y abejas, que dependen de las jacarandas para su supervivencia.
El adelanto en la floración de las jacarandas en la Ciudad de México resalta la necesidad urgente de abordar el cambio climático y proteger el entorno natural de la región. Con eventos anómalos como este volviéndose más frecuentes, es imperativo que tanto la sociedad como las autoridades tomen medidas concretas para mitigar los impactos y fomentar la resiliencia frente a los desafíos climáticos emergentes.
Comments