Federico García Lorca: La luminosa estrella de la cultura española y su apasionado llamado a la

educación

Redacción Frida

El 18 de agosto de 1936 marcó un día sombrío en la historia literaria y cultural de España. Bajo la sombra de un olivo en Granada, a las 4:45 de la madrugada, fue fusilado Federico García Lorca, uno de los poetas más brillantes y visionarios de su tiempo.

Sin embargo, más allá de su trágico final, es imperativo recordar y celebrar la pasión con la que Lorca defendió la educación y la cultura. En septiembre de 1931, al inaugurar la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros, en Granada, el poeta dejó en claro su fervoroso compromiso con la ilustración y el conocimiento.

Su discurso, titulado *"Medio pan y un libro"*, encapsula el ansia inquebrantable de Lorca por la cultura. Evocando la idea de que "No sólo de pan vive el hombre", Lorca expresó su creencia profunda de que las reivindicaciones culturales deben ser igual de prioritarias que las económicas. Afirmaba que un hombre hambriento puede saciar su hambre con un poco de pan, pero ¿cómo sacia el hombre su hambre de saber sin libros?

García Lorca citó el clamor desesperado del escritor ruso Fedor Dostoyevsky, quien, encarcelado en la Siberia y rodeado de una desolación infinita, no pedía comida ni abrigo, sino libros para mantener viva su alma. Este deseo profundo de conocimiento, según Lorca, era esencial para elevar el espíritu humano más allá de las agonías físicas, que son temporales, hacia una realización más profunda y duradera.

Concluyendo su apasionado llamado, Lorca citó al renombrado Menéndez Pidal, enfatizando que el lema de la República debería ser 'Cultura', ya que es a través de la educación y el conocimiento que se pueden resolver los problemas más acuciantes de la sociedad.

La imagen que acompaña este recuerdo muestra a Lorca en un momento íntimo, leyendo a su hermana Isabel García, reflejando la esencia misma del poeta: compartir, enseñar y aprender.

Hoy, al recordar a Federico García Lorca, no sólo conmemoramos a un poeta excepcional, sino también a un defensor incansable de la cultura y la educación, cuyo legado continúa inspirando a generaciones en todo el mundo.