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“Favor de no molestar”


En los hoteles existe un curioso letrero que se utiliza en los picaportes de las puertas para expresar el deseo de no ser molestado, un pequeño cartoncito con la leyenda “Favor de no molestar” o en inglés “Please do not disturb” le hace saber a las personas en el exterior de la habitación que la persona en el interior no quiere ser molestada bajo ningún motivo.

Nosotros no tenemos letreritos mentales de “No molestar” y con frecuencia dejamos “pasar” pensamientos, comentarios, situaciones o actitudes de personas que nos sacan de balance y nos llevan a lugares incómodos e incluso nos restan energía y recursos para lo que si importa.


Estoy segura que puedes ubicar un momento en el que te encontrabas a gusto contigo, con la vida, con el momento que estabas viviendo, en el lugar en el que estabas y algo rompió ese instante, una persona con un chisme, un mensaje, una noticia en los medios, un post en alguna red social, un recuerdo, un pensamiento negativo, y entonces ¡zaz! No sólo se rompe el equilibrio y la tranquilidad en tu persona sino da inicio a una dinámica en la que rápidamente se puede ganar intensidad, negatividad, drama, pensamientos negativos y emociones que fácilmente se pueden desbordar.


¿Qué pasaría si de principio identificamos esas situaciones a las que le vendría bien el letrerito de “favor no molestar”?


“Favor de no molestar” a las personas quejumbrosas, metiches, hipócritas, “tóxicas” (aquí hago la aclaración pertinente respecto a que no me gusta esta palabra pero en este caso la utilizaré en lo que encuentro una que me guste más, pero sé que saben a quienes me refiero), o aquellas que si son buenas personas pero cuyas tormentas diarias nos restan energía o nos inquietan la mente, el corazón y el alma.


“Favor de no molestar” a las inútiles conjeturas que luego hacemos sobre el comportamiento de los demás; a sobre analizar o juzgar temas que desconocemos y no hemos investigado a fondo; a los rollos mentales que nos hacemos sobre las relaciones o situaciones de la vida y que aún no han sucedido y por tanto, no sabemos si ocurrirán o no.


“Favor de no molestar” a los hechos del pasado sin solución, a esas cosas que no tuvieron explicación (y que muy probablemente no la tendrán), a esas dudas existenciales sin resolver que sólo atormentan y tiran hacia abajo en vez de dar impulso o un aprendizaje.


“Favor de no molestar” a los comentarios improductivos, hirientes, mala leche, malintencionados provengan del exterior o del interior; a toda la vorágine de información que se repite incesante una y mil veces por todos los medios de difusión.


Pon tu manita derecha arriba mostrando tu palma, en gesto de detener algo y repite conmigo: “Favor de no molestar” Ahorita no, no estamos, no queremos estar para esto.


No es fácil, pero se pueden identificar esas cosas que no ameritan pase libre y practicar el “favor de no molestar”, saber poner límites es fundamental para preservar nuestra salud mental y la tranquilidad que tanto necesitamos.


¿Cuánta carga mental y espacio en tu mente y corazón se liberarían para esas cosas que si valen la pena si aprendes a poner el límite?


Si tuvieras un letrero que dijera “favor de no molestar” ¿a qué o a quién se lo pondrías?

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