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Estudio revela vínculo entre grasa abdominal y riesgo de Alzheimer




Un estudio reciente ha arrojado luz sobre una preocupante conexión entre la grasa abdominal y un aumento en el riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer. Este descubrimiento sugiere que la inflamación causada por la grasa visceral podría estar jugando un papel crucial en las primeras etapas de este tipo de demencia.


El Dr. Richard Isaacson, neurólogo preventivo del Instituto de Enfermedades Neurodegenerativas de Florida, resaltó que un aumento en el tamaño del abdomen se ha relacionado con una disminución en los centros de memoria del cerebro. El nuevo estudio, dirigido por el Dr. Cyrus Raji, profesor asociado de radiología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Washington en St. Louis, proporciona pruebas más concretas de este vínculo.


Según Raji, individuos de 40 a 50 años con mayores cantidades de grasa abdominal oculta presentan un aumento en los niveles de una proteína anormal llamada amiloide en el cerebro, un temprano indicador de la enfermedad de Alzheimer. Las imágenes cerebrales mostraron un marcador de neuroinflamación previamente no identificado que conecta directamente la grasa visceral con la disfunción cerebral.


Además, el estudio destaca una diferencia significativa de género, siendo los hombres más propensos a tener una relación entre la grasa abdominal y el amiloide que las mujeres. Esto se debe a que los hombres tienden a acumular más grasa visceral.


Los investigadores también encontraron una relación entre la grasa abdominal profunda y la atrofia cerebral, en particular en el hipocampo, un área clave para la memoria. Estos descubrimientos son fundamentales ya que la atrofia cerebral es otro biomarcador de la enfermedad de Alzheimer.


Otro hallazgo clave del estudio es el vínculo entre la grasa visceral y la inflamación en las vías de la materia blanca del cerebro. La materia blanca actúa como una autopista para la comunicación cerebral, y su degradación puede afectar gravemente esta función.


La grasa visceral, a diferencia de la grasa subcutánea que se encuentra debajo de la piel, se aloja profundamente en el abdomen, rodeando los órganos vitales. Esta grasa es metabólicamente más activa y puede desencadenar problemas de salud como la resistencia a la insulina. La resistencia a la insulina, a su vez, conduce a la inflamación y acelera la deposición de amiloide, aumentando el riesgo de Alzheimer, especialmente en personas con diabetes.


El estudio sugiere que la grasa visceral es más fácil de perder a través de la dieta y el ejercicio en comparación con la grasa subcutánea. Adoptar una dieta saludable, realizar ejercicio regular, reducir los alimentos ultraprocesados ​​y asegurar un sueño adecuado son estrategias clave para combatir la acumulación de grasa visceral.


Este estudio piloto, inicialmente con 32 adultos y luego ampliado a 52 participantes, representa un avance importante en la comprensión de cómo la grasa abdominal puede influir en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas y ofrece esperanza en la prevención de estas condiciones a través de cambios en el estilo de vida.

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