Redacción Frida
Un grupo de estudiantes de cuarto grado de la Escuela Primaria Municipal Santiago del Castillo, en Argentina ha cautivado a la comunidad científica al llevar a cabo una investigación sobresaliente sobre los horneros, en un innovador proyecto de ciencia ciudadana.
Con sus 20 centímetros de longitud y sus 54 gramos, el Furnarius rufus es una de las aves que se pueden reconocer con mayor facilidad, tanto por sus colores, como por su canto y, básicamente, por su particular nido construido de barro.
El hornero fue designado como ave nacional en 1928, cuando la Asociación Ornitológica del Plata la ungió con ese rol en base a una encuesta del diario La Razón destinada a alumnos de escuelas primarias y secundarias.
Bajo el título "Casitas de Barro", los estudiantes se embarcaron en una apasionante aventura para explorar y comprender a profundidad la vida y las costumbres de estas aves emblemáticas de Argentina.
El proyecto no se limitó a simples observaciones. Los jóvenes investigadores llevaron a cabo mediciones precisas, pesaron los nidos de los horneros y crearon modelos tridimensionales de estas fascinantes estructuras. Además, buscaron la colaboración de la comunidad local al enviar formularios para identificar la ubicación de los nidos y exploraron textos relacionados con la investigación, incluso en inglés.
Lo que hace que esta iniciativa sea aún más destacada es la integración de la tecnología y la colaboración con la comunidad local. Los estudiantes mostraron un compromiso excepcional y un entusiasmo contagioso por aprender sobre los horneros y su entorno.
El impacto de "Casitas de Barro" trascendió las aulas y llegó a las redes sociales, gracias a Lucía Mentesana y Nicolás Andreani, quienes gestionaron la divulgación de esta experiencia única de la Escuela Santiago del Castillo.
La colaboración entre los estudiantes y los científicos Mentesana y Andreani se llevó a cabo a través de videoconferencias, lo que permitió un intercambio de conocimientos enriquecedor. Además, el reconocido ornitólogo Walter Cejas visitó personalmente la escuela para brindar su apoyo y experiencia a estos jóvenes investigadores.
El secretario de Educación de la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba, Horacio Ferreira, elogió esta iniciativa y destacó que cuando las escuelas municipales se esfuerzan por lograr lo extraordinario en lo cotidiano, se concretan logros asombrosos. "Mis felicitaciones a toda esta comunidad educativa. Es un orgullo para el sistema educativo de la Municipalidad de la Ciudad de Córdoba", concluyó Ferreira.
Este inspirador proyecto de ciencia ciudadana demuestra el potencial de la educación para empoderar a los estudiantes y fomentar su amor por la investigación y la naturaleza, dejando una huella duradera en la comunidad educativa y científica.
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