Redacción Joel Charles
Alumnas de la preparatoria Vasconcelos, pusieron en alto el nombre de Mazatlán y México a nivel internacional con su proyecto de Bioplástico de Camarón obteniendo la medalla de oro en el Festival de Ciencia en Rumania.
Las estudiantes mazatlecas Génesis Ayón Loza, Samantha Carrasco Tovar y Nathalia Martínez González, junto a su mentora la profesora Judith Rebeca González, triunfaron en el Festival Internacional de Ciencia, Ingeniería y Educación en Rumania.
El festival sólo se lleva a cabo entre países europeos, africanos y asiáticos, pero las mazatlecas fueron invitadas personalmente por la presidenta de la Asociación de Rumania, luego de que el pasado 21 de marzo lograran la medalla de oro en el Festival Internacional de Ciencia y Tecnología 2023, celebrado en Túnez, África.
Destacaron de entre 533 proyectos participantes de todo el mundo, pero este fue el único equipo proveniente del continente americano invitado a participar, lo que hace aún más especial esta victoria.
El proyecto de las estudiantes consiste en crear bioplástico a partir de la cáscara de camarón, material que podría emplearse como sustituto del plástico de un sólo uso para disminuir la contaminación.
Lo que surgió como un proyecto de laboratorio escolar las llevó a participar en la ExpoCiencias Sinaloa 2022 dónde obtuvieron el primer lugar y la oportunidad de ir a la ExpoCiencia Nacional que se llevó a cabo en San Luis Potosí, ahí ganaron el pase directo para representar a México en Túnez, África.
El proyecto tuvo tanta popularidad que al terminar su presentación, recibieron varias ofertas para comprar su proyecto, para así convertirlo en un modelo de negocios, potenciarlo e incluso llevarlo a la parte industrial; pero uno de los objetivos más importantes de las estudiantes es el de mantenerlo en manos mazatlecas y seguir desarrollando el bioplástico en el puerto.
La fórmula de este bioplástico permite que sea moldeado cómo el usuario lo desee, delgado, grueso, flexible. En un futuro la idea es poder hacer artículos diversos para sustituir a los plásticos de un sólo uso. Lo interesante es que tarda de seis a 6 a 8 meses en degradarse, además es biocompatible con el medio ambiente y puede utilizarse como fertilizante.
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