Redacción: Edgar Jiménez ANCOP
Imagínese esto: un astronauta se quita el casco en una caminata espacial por razones desconocidas. Una verdadera historia de terror que culminará de la peor manera posible. Viajar al espacio tiene sus propios riesgos. Superando la altitud de 13.000 metros, empiezas a sentir la falta de oxígeno.
En condiciones de estrés mínimo, una persona puede vivir solo unos segundos. La atmósfera de nuestro planeta es única: para volar en el espacio, la presión y la composición del módulo deben corresponder a las condiciones de nuestro planeta.
Y para una caminata espacial, un casco es indispensable.
Como explica la NASA, un casco espacial es como una burbuja hecha de plástico resistente para mantener la presión dentro del traje. Además, cuenta con un sistema de ventilación que suministra oxígeno a los astronautas.
Además del sistema de ventilación, el casco también tiene una pequeña pieza de espuma que los astronautas pueden usar para rascarse la nariz. Parece una tontería, pero es muy útil.
La burbuja de aire tiene una visera protectora en el exterior para evitar golpes o rayones. Y hay una sombrilla en la parte superior de la sombrilla, que desempeña el papel de proteger la visión de las personas.
Recuerda que los rayos del sol son mucho más fuertes en el espacio. Cada casco tiene una forma ovalada para brindar una mejor vista de los pies del caminante.
Pero, ¿qué pasaría exactamente si un astronauta quitara el escudo durante una caminata espacial?
Entregarse al vacío significaba que todo el aire sería expulsado de sus pulmones, dejándolo inconsciente en segundos. Sin oxígeno, una persona se asfixiaría en dos minutos, tal vez menos.
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