Redactor Fernando Galindo
El desodorante es uno de los elementos primordiales para la higiene personal, pues no permite que hay un mal olor producto de la transpiración, aunque especialistas aseguran que utilizarlo en exceso puede causar irritación en la piel. Pero la ciencia tiene algunas consideraciones para que su resultado sea muy efectivo.
Según diferentes estudios, hemos estado cometiendo un grave error al utilizar este producto ya que no lo hacemos en el momento adecuado del dÃa. Por ejemplo, normalmente, las personas tienden a ponerse desodorante el desodorante después de la ducha, sin embargo, esta práctica es del todo incorrecta y la ciencia tiene la explicación.
Es importante saber que nuestro cuerpo se encuentra conformado por millones de glándulas que se especializan en la producción del sudor y en muchas personas puede ser en exceso. Los desodorantes actúan mediante el bloqueo de los poros en la capa externa de tu piel, reduciendo la cantidad de sudor y combatiendo el mal olor. Por ello, el uso de este elemento de higiene personal es primordial.
Para evitar el mal olor, el producto está diseñado para reprimir las bacterias de la atmósfera que actúan con el sudor y son las que hacen que se produzca ese aroma desagradable. Estos productos de higiene personal cuentan con bases de alcohol (en muchas ocasiones) y contienen bactericidas, propiedades que ayudan a combatir el mal olor, siempre y cuando lo ocupemos de manera consciente. 
La mejor hora para aplicarnos un desodorante o antitranspirante, no es después de bañarse, sino en la noche, antes de dormir. Según la ciencia, por las noches se produce una menor cantidad de sudor y el ingrediente activo con base de aluminio del producto es absorbido por los conductos por donde sale el sudor. Y debido a que hay más antitranspirante presente, se conecta mejor con los poros, enviándole un mensaje a las glándulas sudorÃparas para que reduzca o detenga la transpiración que causa el mal olor.