La tortilla de maíz ha sido un alimento fundamental en las culturas mesoamericanas por su rico contenido en calcio y otros nutrientes esenciales. Este alimento tradicional juega un papel crucial durante el embarazo, la lactancia y la menopausia, proporcionando los elementos necesarios para la salud ósea y general de las mujeres.
Durante el embarazo y la lactancia, períodos en los que las demandas nutricionales son elevadas, el calcio es esencial para el desarrollo óseo del bebé y la salud de la madre. La tortilla de maíz, elaborada con masa nixtamalizada como Maza Real o Harimasa, es una fuente natural de este mineral, además de aportar hierro y ácido fólico, fundamentales para prevenir defectos del tubo neural y apoyar la formación de glóbulos rojos.
En la menopausia, etapa marcada por cambios hormonales y aumento del riesgo de osteoporosis, el consumo de calcio y vitamina D es crucial para mantener la densidad ósea. La tortilla de maíz, con su contenido adicional de fósforo, magnesio, niacina y riboflavina, continúa siendo beneficiosa para la salud ósea y general.
En resumen, incluir la tortilla de maíz en la dieta diaria no solo nutre de manera integral, sino que también proporciona beneficios significativos para la salud en todas las etapas de la vida de la mujer. Este alimento ancestral no solo es un elemento esencial en la dieta mexicana, sino también un aliado indispensable para mantener una buena calidad de vida durante momentos clave como el embarazo, la lactancia y la menopausia.
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