Abraham Eduardo Sierra Priego
El chef robótico que cocina tortitas, huevos revueltos y tortillas ha aprendido a sazonar un plato: "Tener sentido del gusto es una de las cosas que se daban por imposibles para un robot", dice el líder del experimento.
De momento, RoboChef ha sido entrenado para ser capaz de probar un plato en distintas fases con el objetivo de determinar si está bien sazonado o, por el contrario, está soso o salado.
Lograr que un robot aprenda a distinguir sabores y determinar qué platos están ricos y cuáles no, puede ser útil para desarrollar sistemas automáticos o semiautomáticos que permitan producir platos preparados.
sentido del gusto humano y la capacidad de percibir los sabores es un proceso complejo que ha evolucionado durante millones de años. En él influyen la apariencia de los alimentos, su olor, textura y temperatura, pero también depende de la saliva que producimos al masticar, pues ayuda a que los componentes de los alimentos lleguen a los receptores del gusto que tenemos en la boca la mayoría en la lengua, y las señales que provienen de esos receptores viajan hasta el cerebro, que es quien decide si ese sabor nos gusta o no.
Esto lo hace más interesante el que lograrán que un robot pudiera tener el gusto por un platillo nos habla del gran avance tecnológico que tenemos hoy en día.
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