Redacción Laura
A casi todos nos ha ocurrido: de repente, una melodÃa se instala en nuestra mente y se repite una y otra vez, convirtiéndose en un fenómeno molesto e incesante. Pero, ¿alguna vez te has preguntado por qué sucede esto?
Durante siglos, los gusanos del orden de los dermápteros, también conocidos como "gusanos del oÃdo", eran utilizados por médicos y curanderos como remedio para enfermedades auditivas. Este nombre, basado en antiguos remedios, ha dado lugar a un término que describe a esas melodÃas persistentes: "gusanos en el oÃdo" o, en terminologÃa cientÃfica, "imágenes musicales involuntarias" (INMI, por sus siglas en inglés).
Claire Arthur, profesora asistente en la Escuela de Música del Instituto de TecnologÃa de Georgia en Atlanta, afirma que las INMI son universales y trascienden épocas y culturas. En 2020, un estudio reveló que el 97% de los sujetos encuestados habÃa experimentado INMIs en el último mes. Aunque el estudio se basó en estudiantes universitarios, los resultados son reveladores.
Según Arthur, lo que diferencia a un "gusano del oÃdo" de otros recuerdos es su repetición incesante, como un bucle. Estas canciones tienen ciertas caracterÃsticas que las hacen propensas a convertirse en INMIs. Algunos ejemplos son "Bad Romance" de Lady Gaga y "Wannabe" de las Spice Girls, que logra este efecto en solo 2,29 segundos.
Pero, ¿qué provoca estas INMIs? Los desencadenantes suelen ser "novedad, familiaridad y aburrimiento". Cuando nuestra mente divaga por el aburrimiento o el estrés, es más probable que se desencadenen estas memorias musicales. Emery Schubert, investigador de la Universidad de Nueva Gales del Sur, explica que las INMIs son como un bucle de retroalimentación entre la parte del cerebro que escucha y la que canta. Sin embargo, el verdadero origen y propósito evolutivo de estas INMIs siguen siendo un misterio.
Para aquellos que buscan una solución a estas molestas melodÃas, existen algunas técnicas recomendadas. Distraerse, masticar chicle, escuchar otra música pegajosa o simplemente escuchar la canción pegajosa desde el principio hasta el final puede ayudar a romper el ciclo. También se sugiere buscar distracciones cuando uno está aburrido o buscar relajación si está estresado, aunque, claro está, es más fácil decirlo que hacerlo.
En conclusión, la ciencia continúa explorando este fenómeno musical que afecta a tantas personas. Mientras tanto, la próxima vez que una canción no salga de tu cabeza, ¡sabrás que no estás solo en la lucha!