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El gesticulador

Por Profa. Mayra Nuñez P.

Mi querida amiga Argentina, quien ya cumplió 95 años y actualmente vive en Cuernavaca, estuvo casada con Rodolfo Usigli, escritor, novelista, poeta, dramaturgo y diplomático mexicano muy conocido y reconocido en su tiempo.


Rodolfo Usigli abordó el teatro desde las más variadas actividades. Estaba convencido de que la función del teatro era decir la verdad sobre la sociedad.

En 1937 se estrenó su obra “El Gesticulador”, enfocada en una sátira que critica con inteligencia los abusos del poder de los funcionarios del Partido Revolucionario Institucional y de la burocracia surgida de la Revolución de 1910. La obra fue prohibida, lo cual generó un escándalo y enriqueció su leyenda.


Su trabajo siempre fue dirigido a la crítica, a los abusos de los estratos sociales -como la obra titulada “La familia cena en casa” en 1942, feroz crítica a la llamada clase alta-.


Otras de sus obras muy reconocidas fue la trilogía conformada por “Corona de Sombras” (1943), sobre el efímero imperio de Maximiliano y Carlota; “Corona de Fuego” (1960), sobre el último día del emperador Cuauhtémoc, y “Corona de Luz” (1963), sobre las apariciones de la Virgen de Guadalupe.


Como novelista, fue autor de una obra insólita: “La vida criminal de Archivaldo de la Cruz” (1955), adaptada al cine en un clásico de Luis Buñuel.


“Ensayo de un crimen” es una fábula macabra que juega con la muerte, las identidades y la perversidad de un hombre otoñal, morboso y socarrón.


Su amplia cultura y conocimiento adquirido como autodidacta lo llevó a desempeñar puestos importantes, como embajador de México en el Líbano (1956 - 1963), en Noruega (1963 - 1970); encargado de Asuntos Culturales en la Embajada de México en París y otros más.


Fue el primero en tocar abiertamente varios temas que eran tabúes en su época.


Estuvo casado con una gran mujer: Argentina Casas Ulloqui, pintora y escritora que trabajó incansablemente en su desarrollo personal para participar, junto con su esposo, en los puestos que desempeñó.


Habla perfectamente francés, inglés y árabe, los cuales aprendió durante sus estancias con ayuda de diccionarios y así acompañar al embajador a eventos que ella no pretendía perderse.


Ahora, sentada la mayor parte del día en la sala de un asilo, dice no saber si todo lo que vivió fue real, pues tiene la impresión de que fue un sueño, o que vivió varias vidas.


Reyes, príncipes, estadistas, escritores, poetas, aparecen en sus fotografías, gracias a lo cual puede darse cuenta que sí fue real y que participó en el esplendor de la generación de pintores, artistas y personajes mexicanos de mediados del siglo XX y el glamour del mundo diplomático.


Ahora pasa casi todo el día sentada, muy pensativa, sin dirigir la mirada a un punto especifico, tal vez recordando que hace tiempo perdió su juventud, ¿el entusiasmo por la vida, sus amigos, su familia? Pero eso sí, conserva su glamour porque, como solía decir, hay que adquirí el savoir faire en la vida.


El ánimo tan vulnerable como polémico del escritor Rodolfo Usigli lo llevo a tener problemas y desencantos con personajes del momento, pero también obtuvo grandes reconocimientos, como el Premio Nacional de Letras. Murió el 18 de junio de 1979.


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