Redacción Daniel Lee ANCOP

Este lunes 10 Día Mundial de la Salud Mental
Se estima que alrededor del 70 por ciento de los mexicanos podemos manejar bien el estrés, pero el restante 30 por ciento, no.
“Hacer de la salud mental y el bienestar para toda una prioridad mundial” es lema del día mundial en la materia, que se conmemora este lunes 10 de octubre.
Expertos señalan que realizar una actividad física diaria durante 30 o 40 minutos, sentirse querido, apoyado, no discriminado y practicar la respiración lenta, son factores psicológicos que contribuyen a bajar o modular la actividad inflamatoria, relacionada con cambios inmunológicos intensos generados por estrés.
El académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, Benjamín Domínguez Trejo, señala que el estrés es el componente mental que afecta aproximadamente a 30 por ciento de la población mexicana, la cual padece hipertensión, cáncer, diabetes y demás enfermedades no transmisibles y transmisibles como la COVID-19.
También expone que los altos niveles de estrés, se asocian a cambios inmunológicos intensos y uno de ellos es la respuesta inflamatoria: a mayor elevación de esta somos más vulnerables y frágiles biológicamente. “Nuestro cuerpo está más débil para defenderse”.
Por ello, destaca la importancia de conocer factores que pueden contribuir a modularla en la población mexicana. Uno de ellos es la actividad física.
“Las personas que caminan más de seis mil pasos al día, que es alrededor de 30, 40 minutos de caminata, tienen menores niveles de inflamación. Esta es una práctica que puede hacer cualquier persona, incorporarlo a sus hábitos para mejorar sus defensas inmunológicas”.
Es cada vez más sólida la evidencia de que, al contar con percepción de apoyo social, tiene grandes repercusiones para la conservación de nuestra salud física y emocional.
“Una persona que se siente tratada injustamente, presenta niveles de inflamación más elevados y en este sentido, es más vulnerable”, añade quien durante más de tres décadas ha colaborado en la evaluación y apoyo para cuidar la salud mental y bienestar de pacientes con cáncer.
Asegura que una de las grandes lecciones es que incluso una persona con cáncer avanzado puede tener niveles altos de salud mental, ya que la capacidad humana para adaptarse es enorme. Los especialistas pueden apoyarlos al reconocer factores que contribuyan a la adaptación de una manera menos complicada, al impacto de las fuentes de estrés, tanto físico como psicológico.